Archivo del Autor: boronat

¿Qué piensa la España Vaciada de la transición ecológica?

La asociación #OIKOS ha publicado el informe “Vaciada ¿y verde? Actitudes de la España rural ante el #CambioClimático y el #ecologismo“. ¿Qué pueden aprender de él quienes quieren ser candidatas y candidatos ecologistas en la #EspañaRural? Aquí va mi resumen del informe y mis conclusiones.

OIKOS

OIKOS es un think-tank que aborda la ecología desde una visión política liberal y conservadora. Sus fundadores, Toni Timoner y Luis Quiroga, argumentan que el ecologismo debe superar el marco “izquierda-derecha”, y que el centro-derecha, en el que se consideran incluídos, debe participar del debate ambiental.

Cosa que a mí, que me considero ecologista y de izquierdas, me parece fenomenal. Ojalá todos los partidos se pongan las pilas con el tema, y que las candidatas que se consideren ecologistas sean cabeza de lista en todos los partidos, también en los de centro-derecha. Creo que OIKOS tiene un trabajo titánico por delante para reforzar el ecologismo en el centro-derecha, creo que son conscientes de ello, y les deseo que tengan éxito.

A la vez estoy convencido de que el voto ecologista más práctico es el de izquierdas, y en particular el de mi partido, Verdes Equo.  Más aún, cuando los nuevos gobiernos autonómicos y locales de derechas lo primero que hacen es desmontar los carriles bici que los gobiernos anteriores de izquierda han montado. ¿La salud, el aire limpio, el deporte, las ciudades vivibles, son de izquierdas? Yo creo que la izquierda (verde) los defiende mejor, pero son patrimonio común.

Mientras tanto, el trabajo de OIKOS sirve para comprender mejor la relación entre la España conservadora y el ecologismo. Y aquí entra el informe que acaban de sacar, sobre las opiniones del mundo rural sobre la transición ecológica. Recomiendo la lectura del resumen ejecutivo, y a ser posible de las primeras 14 páginas. En el siguiente apartado me limitaré a copiar y pegar frases del informe, que creo que se explican por sí solas.

Extractos del informe: “Vaciada ¿y verde? Actitudes de la España rural ante el cambio climático y el ecologismo”

El rol de la España Rural en la transición ecológica

El mundo rural es objeto de discusión pero no sujeto en la conversación sobre cambio climático y sostenibilidad. No logra hacer oír sus intereses, puntos de vista y opiniones diferenciada frente a la mayoritaria España urbana.

Gran parte de la acción contra el cambio climático y la protección del medio ambiente necesita de la España rural pero también ejerce sobre ella una carga, a veces, desproporcionada sobre sus recursos y motores económicos: su paisaje alberga a la mayoría de las energías renovables, sus campos son la fuente de alimentos que la ciudad pide que sean sostenibles, y sus bosques es donde se neutraliza la huella de carbono.

El mundo rural español podría estar percibiendo los debates y discusiones políticas sobre clima y medio como producto de ansiedades urbanas ajenas a las preocupaciones reales y próximas de la España rural.

Tenemos la oportunidad de evitar la escalada de oposición (a la transición ecológica) por parte del campo que ya se observa en Holanda, Australia o en los EE.UU.

El éxito de la transición ecológica dependerá de que el debate público sea capaz de incluir a la España rural en condiciones de justo reconocimiento conforme al papel que realmente juega en la lucha contra el cambio climático. 

Energía

En relación con la repartición y uso del suelo para la generación de energía renovables versus la producción agrícola, la mayoría de la opinión pública española muestra una inclinación hacia un enfoque compartido, pero el ciudadano de la España
rural manifiesta una preferencia por priorizar el uso de suelo para actividades agroganaderas frente a las renovables.

La creación de nuevas centrales nucleares obtiene escaso apoyo en todos los ámbitos territoriales

Biodiversidad

El mundo rural expresa un tangible menor grado de preocupación por la pérdida de biodiversidad y extinción de especies.

También en relación con los espacios protegidos, vemos que más de la mitad de la población rural considera la caza como una actividad compatible con la gestión de estos espacios naturales protegidos, algo menos común entre los residentes urbanos

Negacionismo climático

El negacionismo frente al cambio climático es minoritario (representando menos del 10% de la población) y lo es sin variación de opinión entre el campo y la ciudad.

El negacionismo climático es minoritario entre todos los grupos ideológicos, con resultados casi idénticos entre el contexto rural y urbano. Es en la sensación de prioridad y urgencia que el votante de derecha se distancia más de la izquierda.

Decrecimiento y antinatalismo

Otras medidas, como la reducción de la natalidad, y por consiguiente de la presión demográfica sobre el planeta o el decrecimiento económico, reciben un apoyo mucho menor, siendo rechazadas por más de la mitad de la población.

Esa reticencia al decrecimiento y el antinatalismo es más pronunciada en el campo que en la ciudad, especialmente el antinatalismo, que genera menos rechazo en zonas altamente urbanas que en el resto del país.

Las posturas de los votantes conservadores y progresistas se muestran bastante distanciadas, tanto en la ciudad como en el campo, con respecto al apoyo al decrecimiento como vía para la transición ecológica.

Precios

Consenso unánime entre toda la población española, independientemente de la residencia, en que los agricultores y ganaderos reciben un precio por debajo del que deberían. Se apunta como principales culpables a distribuidores e intermediarios, supermercados y falta de regulación

Macrogranjas

La España rural y urbana coincide en su opinión sobre las macrogranjas y las pequeñas explotaciones agroganaderas: las macrogranjas pierden en calidad y sostenibilidad medioambientales, pero ofrecen productos más asequibles al consumidor

Conclusiones (del estudio)

De las 10 conclusiones que aporta el estudio, señalo las que me parecen de mayor calado:

2. Garantizar un impacto local positivo del despliegue de energías renovables que
se instalen en el suelo rural.

4. Perseguir un impacto positivo directo y local en la creación y gestión de espacios
naturales protegidos como oportunidad económica.

6. Priorizar la sequía y los incendios forestales en la agenda pública, al ser estos los
problemas medioambientales que más preocupan a todos los españoles,
especialmente a la España rural.

7. Diseñar políticas climáticas que no culpabilicen al sector agrícola, pues ese sector
es, y así lo percibe la mayoría, víctima no causante clave del cambio climático.

8. Evitar debates centrados en la ideología del decrecimiento y el antinatalismo que
son contraproducentes para obtener respaldo social amplio en la lucha contra el
cambio climático

9. Evitar ahondar en la caza como parte del debate climático dada su poca relación
con el efecto invernadero y la polarización que puede llegar generar entre campo y
ciudad.

Mis conclusiones

Creo que este informe es altamente informativo, y un trabajo de referencia.

Lo miro desde mi propio interés: que candidatos ecologistas aumenten su apoyo en la España rural. Desde esa perspectiva, se podrían priorizar algunos temas y despriorizar otros.

A despriorizar

  • Enfrentar el negacionismo climático. Hoy en día no es un problema social en España, por mucho que haya bocachanclas cuestionándolo en público. No merece la pena enfocarse ahí.
  • No insistir en el decrecimiento. A nivel local o regional creo que esto no sería un problema práctico, pero sí sería un problema emocional.
  • Como emocional sería el “evitar ahondar en la caza”. Personalmente, desde mi posición de urbanita, la caza me genera sentimientos muy fuertes de oposición. Si yo fuese el candidato rural iba a pasarlo mal callándome sobre ese tema.

En el medio

  • Macrogranjas. Malas para la sostenibilidad, buenas para el bolsillo.
  • Biodiversidad. Un gran problema global, pero que en el medio rural parecen no compartir.

A priorizar

Hay muchas oportunidads. El estudio identifica muchos temas bien trabajados por los ecologistas que tienen un gran potencial para recibir apoyos en las zonas rurales.

  • Sequía
  • Incendios forestales
  • Impacto positivo de las renovables
  • Impacto positivo de los espacios naturales

A la vista de este estudio, un candidato ecologista local que hable de estos temas podría recabar apoyos en la España rural.

En penúltimo lugar señalo los precios de los productos rurales. Es un problema sin resolver, y la distribución directa productor-consumidor no consigue reducir la necesidad de intermediarios. Desconozco si aquí hay una propuesta claramente “verde”, pero sí que veo la oportunidad de que candidatos de izquierda verde se posicionen, ante una posible parálisis de los de centro-derecha, en posible conflicto entre defender los intereses de los agricultores o de las empresas interemediarias.

Por último, y enlazando con la primera frase extraída del informe: escuchar. La política es demasiadas veces un ejercicio de decirle a la gente lo que tiene que hacer, pensar, consumir, o votar. La España rural se considera marginada en este debate. Así que el primer paso de cualquier candidato ecologista que se precie es ponerse a preguntar a la gente cual es su opinión, a escuchar lo que tienen que decir, y a integrar a la España Rural en la toma de decisiones.

Si has llegado leyendo hasta aquí, ¿tú cómo lo ves?

¡Los de la acera, a la carretera!

Caminando por el medio de la calle

Es casi medianoche. Vuelvo a casa después de haber tomado una copa. La acera es estrecha, hay un andamio, un charco, viene gente de frente… Decido pasar por en medio de la calle. No pasan coches. Siento un cosquilleo.

Que sensación tan poco habitual. Veo la calle desde el centro. En vez de mirar hacia abajo, como cuando camino apurado, miro hacia arriba, veo los edificios de cuatro y cinco plantas alrededor, y me detengo a disfrutar del momento.

Vienen unas luces en frente, me pitan, me bajo de la nube y vuelvo a mi lugar. A una acera de apenas metro y medio en una calle que tiene veinte metros de ancho. A mi sitio, a donde pertenezco como rebaño, como peatón.

Pocos metros más adelante la calle entera es peatonal y puedo recuperar mi lugar en el centro. Miro atrás, como si hubiese saltado no sólo de calle sino de siglo. Y me digo “Es posible. Fue posible. Alguien, una vez, decidió que esta calle ya no sería más para los coches, sino para los peatones”.

¿Y por qué no la calle siguiente? ¿Qué sortilegio se activa para que una persona sola no pueda ocupar el centro de la calle, pero cuando monta en el caballo de hierro gane automáticamente  el derecho de avasallar a quien por en medio se cruce? Al final, es una convención social.

A golpe de convención social el coche se hizo con todo el terreno. El culmen fue crear aparcamientos en la superficie de las plazas centrales. Poco a poco, en algunas ciudades, se va ganando poco a poco el terreno de vuelta. Como peatón no contamino, no exijo caras infraestructuras, no preciso que el poder público me subvencione un aparcamiento en la vía pública donde estacionar mi vehículo 23 horas de cada 24. Tengo derecho.

¿Respetar el semáforo en rojo? Les estamos educando mal

Desde que tengo niñas pequeñas cruzo mucho menos semáforos en rojo. Es más, cuando veo que hay niños pequeños alrededor, aunque no sean los míos, me detengo delante del semáforo y aunque no se vea ningún coche en kilómetros a la redonda, espero a que el señor verde se ponga a caminar para hacerlo yo con él. Hay que evitar dar mal ejemplo: “Papá, ¿por qué aquel señor está cruzando en rojo si tu dices que no se puede?

Pero después de mi epifanía en medio de la calle me pregunto si no estaremos educándolos mal. Si no estaremos perpetuando la idea de que la calle es de los coches, y no de las personas. Los niños piensan que las cosas que les enseñas han sido siempre así. Quizá haya que enseñarles otra cosa.

Mido dos metros y eso ayuda a cruzar pasos de cebra. Los coches me ven, y cuando no hay semáforo, puedo poner la primera pierna en el blanco/negro del asfalto sabiendo que el conductor me ha visto y va a parar. Puedo defender mi espacio sin siquiera pararme a mirar al coche, o de hacerlo, soltar una mirada condescendiente o una mueca agria porque ha frenado demasiado tarde. Estos locos bajitos no tienen esa capacidad y sería una locura llevarles a ello. Antes de poder pelear por su espacio urbano tienen que poder defenderse seguramente en él.

Pero no puedo dejar de pensar en que quizá haya que enseñarles a cruzar en rojo. A sacarle el dedo al conductor. A que piensen que la calle es de todos, suya también, y da igual que esté asfaltada que adoquinada, su derecho de uso es igual. A ser peatones orgullosos.

Rompiendo la convención social

Tras la breve zona peatonal, seguí caminando por en medio de la carretera. Pero ahora todo había cambiado. Ya no sentía esa sensación de novedad, de breve placer por tocar un espacio desconocido. Ahora me sentía con derecho de caminar por el medio, de enfrentarme a los coches que venían de frente, de hacerles pensar “pero dónde va este loco caminando por en medio, desafiando la convención de que la carretera es para el coche y el peatón debe hacinarse en estrechas aceras”.

Claro, es fácil para mi. He venido a casa de vacaciones dejando mi coche en el parking del aeropuerto de salida, y no me queda otra que ser peatón. Quizá lo viese de forma diferente si fuese al volante. Al fin y al cabo, somos las mismas personas que durante la mañana paseamos por la acera y durante la tarde salimos a comprar en coche. Sólo cambia el contexto y nuestra posición relativa pre- o post- volante.

Pero algo dentro de mí ha hecho clic. La atracción por ir por el puñetero medio de la carretera va a ser muy fuerte en los próximos días. Por en medio de MI carretera, por en medio de MI espacio público y de MI ciudad.

¡Los de la acera…

Flashback. Oviedo, año 2002 o aledaños. Los alumnos de la Escuela de Informática de Oviedo bajamos en manifestación al rectorado reclamando calidad docente. Somos un poco pardillos y estamos poco bregados en estas lides. Bajamos por la acera. Nos paramos en los semáforos. Somos la manifestación más educada que haya visto el movimiento estudiantil, hasta el punto de dar un poco de vergüenza ajena. Sólo al final del Campo San Francisco, a apenas doscientos metros del tramo peatonal que nos llevará al rectorado, conseguimos los puntos de madurez necesarios para saltar

… A LA CARRETERA!

¡Ven a Mastodon! La red social donde la gente es maja

“Aquí está el plan para salvar Twitter: comprémoslo” 

Este era el grito de guerra del movimiento #WeAreTwitter, que pretende, ¡desde hace 7 años!, convertirlo en una cooperativa. Ya entonces uno de los principales problemas de Twitter era moderar las amenazas y los discursos de odio. En un texto fundacional para este movimiento, el periodista Nathan Schneider menciona que esta acción sería una oportunidad para que la compañía reflejase mejor los valores de su comunidad de usuarios.

Saltamos al futuro. Acabo de crear una cuenta en Mastodon, dicen que es la alternativa. Es noviembre de 2018. Ya entonces había un movimiento intentando salir de Twitter. 

Algo que me molestaba antes de que Musk desembarcase en Twitter era la publicidad. Mi lista de bloqueo está llena de anunciantes. Otro tema muy desagradable era el abuso online. Desde hace unos meses soy suscriptor de Block Party, una herramienta que te ayuda a bloquear trolls masivamente con un par de clicks. Mi única experiencia medianamente viral resultó en recibir insultos de desconocidos por haber expresado una opinión de forma apasionada, que acabé por borrar. Para mi, que soy una persona privilegiada, Twitter no estaba siendo una gran experiencia. Imagina para todas aquellas que se ven acosadas continuamente por razón de sexo, raza, religión.

Octubre 2022. Musk pone todo patas arriba. 

Los discursos de odio han aumentado, especialmente contra gays, judíos y negros. La ultraderecha americana le indica qué cuentas prohibir. Se pasa el derecho laboral por el arco del triunfo (en Europa le sale mal, y le obligan a readmitir a gente). Promueve una cultura laboral tóxica (dormir en la oficina). Cierra la oficina de relaciones con la UE, y se gana la advertencia de la Comisión sobre la necesidad de cumplir la normativa europea.

A finales de octubre abrí, de nuevo, cuenta en Mastodon

https://mastodon.online/@rafa_font

Allí las cosas parecen ser más amables, al menos de momento. “Con menor caudal, pero agua limpia”:

Durante este mes de experiencia en Mastodon he ido descubriendo otras cosas.

No hay “algoritmo” que filtre lo que ves en tu timeline. En Mastodon verás todo lo que publica la gente a la que sigues. A diferencia de Twitter, en la que el algoritmo te oculta contenido, porque considera que no te interesa. A cambio te mete contenido de gente a la que no sigues, porque es más popular. He perdido la cuenta de las veces que he cambiado mi timeline a “Latest tweets”, pero el sistema no se acuerda y me vuelve a mostrar “Home”. 

El mal rollo está desincentivado. Por ejemplo, en Mastodon no se puede hacer “Citar Tweet”. Si quieres participar en una conversación, lo haces en el hilo original del autor, en vez de llevarla a tu timeline en plan “mirad lo que está diciendo este”. Se pierde cierta flexibilidad, pero se reduce el malrollismo.

Mastodon es un proyecto nacido en Europa. El desarrollador principal, Eugen Rochko, es alemán, y los servidores más conocidos están en Europa. Mastodon es además open-source.

Cómo funciona la Federación. No hay un servidor principal, sino que hay múltiples instancias que se comunican entre sí. No es posible abrirse cuenta en “Mastodon” per se, sino que tienes que elegir una instancia, una comunidad, y abrirla allí (y luego, si quieres, cambiarte). Las políticas de moderación de contenidos dependen de cada instancia.

Mastodon está abierto a terceros. Twitter bloquea las aplicaciones de terceros para tener el control centralizado. Mastodon las incentiva, para descentralizar el control. 

¿Qué servidor usar?

Precisamente por el concepto de federación resulta un poco más difícil unirse a Mastodon que a Twitter. La primera pregunta es ¿qué servidor usar?

En mi caso me uní a “mastodon.online” porque me parecía genérico, no conocía bien otros, y el moderador era el creador, Eugen Rochko. En el futuro me gustaría encontrar alguna más nicho y trasladarme allí. Estas son algunas opciones chulas que he visto por ahora:

  • Hachyderm.io: Aquí hay profesionales de la industria tecnológica. Lo modera Kris Nova, ingeniera de software y contribuidora habitual de proyectos open-source. Hace sesiones de video online sobre la gestión de la instancia, incluyendo cuando mete la pata.
  • Mastodon.green: Tiene una cuota de participación (1.50€ al mes), parte de la cual se dedica a replantar árboles.  
  • Paquita (paquita.masto.host): Es una instancia autodeclarada feminista, antifascista, antirracista, y LGTBIQ-friendly. Una comunidad activa y comprometida.
  • Gruene.social: Los Verdes alemanes han abierto su propio servidor. De nuevo, el partido verde alemán en la vanguardia de la ecología política. ¿Llegaremos algún día nosotras ahí?
  • Social.network.europa.eu: La instancia propia de la Unión Europea, para ofrecer alojamiento a su trabajo institucional.

Follow en Mastodon, unfollow en Twitter.

En esta ocasión, Mastodon sí que tiene tracción. Hay contenido suficiente, hay gente suficiente, y se está creando una cultura diferente y más sana que en Twitter. Mi intención es irme desactivando paulatinamente de Twitter. A quien sigo en Mastodon, dejo de seguir en Twitter. Ya no crearé más contenido original en Twitter. Contribuyo por crowdfunding a Mastodon, y al desarrollo de la aplicación Tusky para Android. A ver hasta dónde llego.

Espero que muchos vayan dando el paso, por la razón moral de abandonar un lugar cada vez más tóxico. Sin embargo, esto es fácil para mi, que tengo poco más de mil seguidores. Quienes tienen 10 o 100 veces más (periodistas, comediantes, políticos, influencers en general), se enfrentan a la decisión de abandonar esa audiencia que han ido construyendo poco a poco. Algunos incluso han construido un modelo de negocio alrededor. Este es Kent Beck, ingeniero de software y firmante original del manifiesto Ágil, que tiene 185 mil seguidores en Twitter y 2.500 en Mastodon:

Pero hay gente dando el paso, y por encima de la cantidad, valoran la calidad de las interacciones. Quizá por eso Twitter acabe por sobrevivir como “social media”, y Mastodon obtenga el status de “social network”.

Es todo de momento. ¡Nos vemos al otro lado! https://joinmastodon.org/

Propuestas de movilidad urbana en Avilés

El cuestionario de Verdes-Equo a la ciudadanía de Avilés lleva más de 100 respuestas (y sigue abierto en este enlace).

Entre los resultados preliminares algunas propuestas verdes tienen un alto nivel de respaldo, por ejemplo, Transporte.

Forms response chart. Question title: TRANSPORTE: BUS GRATUITO, MÁS BICI, MÁS SENDAS PEATONALES

Red de itinerarios ciclistas y de sendas peatonales, nuevas líneas de autobús y gratuidad del transporte municipal. . Number of responses: 102 responses.

Estas son algunas ideas propuestas por el laboratorio europeo de Mobilidad Urbana (“Remodelando la movilidad urbana – Clave para la transición verde europea“):

  • Multimodalidad. El transporte público es la espina dorsal. Además hay que poder caminar, ir en bici, o en cualquier otro medio personal.
  • Participación. Para que las propuestas funcionen es necesario que sean co-creadas. Las administraciones, la Universidad, los comerciantes, y los ciudadanos deben diseñar juntos las soluciones concretas de movilidad sostenible que tengan sentido en cada ciudad.
  • Urbanismo Táctico. Hay que experimentar con actuaciones temporales, ver qué funciona y qué no, recoger datos, y adaptar. 

La estrategia adecuada

Tomando como ejemplo la movilidad ciclista se pueden definir tres tipos de ciudades:

  • Las que empiezan. Aquí el principal objetivo es que coger la bici sea posible y seguro. Este es probablemente el caso de Avilés.
  • Las que crecen. La principal acción es animar a la gente a usar la bici.
  • Las ya establecidas. El objetivo es que cada vez sea más atractivo, añadiendo conexiones a la red ciclista.

Las propuestas concretas

Las siguientes ideas vienen de las discusiones internas en Equo Avilés:

  • La necesidad de reducir el tráfico de coches para crear espacios seguros para los otros medios. Por ejemplo, en calles con dos carriles, los coches se quedarían con uno, y el otro pasa a ser para otros medios.
  • Ir reduciendo tráfico gradualmente desde el centro hacia los radios, para evitar embudos.
  • Involucrar a los comerciantes en las modificaciones que se pongan en marcha

Ejemplos en otros lugares

Para cerrar, he seleccionado tres ejemplos de movilidad urbana que pueden servir de referencia (o no) para para Avilés.

Tel-Aviv: patinetes eléctricos bajo control

Su plan de movilidad urbana está basado en bicicletas compartidas y patinetes eléctricos. Las empresas tienen que tener licencia municipal. Existen las siguientes limitaciones:

  • Hay un límite de vehículos por operador
  • Seguro obligatorio
  • Deben operar en toda la ciudad, no sólo en algunas zonas
  • Al menos el 12% de los vehículos deben estar en zonas mal conectadas por transporte público
  • No se pueden dejar en medio de la acera, o si no la ciudad los confisca.

Copenhague: la bici está en otro nivel

Copenhague quiere convertirse en la mejor ciudad del mundo para la bici. Su actual estrategia ciclista cubre 14 años: de 2011 a 2025.

  • El 36% de los viajes a centros educativos se hacen en bici
  • Los residentes eligen la bici porque es el medio más rápido para desplazarse. En horas punta, la infraestructura ciclista está saturada.
  • Identifican qué partes de la red ciclista están bien, cuales necesitan ligeros cambios (por ejemplo, ampliar el ancho de la ciclovía), y cuales grandes obras (por ejemplo, autopistas ciclistas de 17 km que conectan varias ciudades con la capital).
  • El 17% de las familias tiene una bicicleta cargo, para llevar mercancías, o a los niños. Se necesitan nuevos aparcamientos especiales.

Luxemburgo: transporte gratuito

Desde marzo de 2020, todo el transporte público en el país es gratuito: autobuses, trenes y tranvías. 

En sus preguntas frecuentes se pueden leer estos datos:

  • El dinero que entraba por via tickets era sólo el 8% de los costes anuales, así que el impacto económico no es tan relevante.
  • Es una medida permanente
  • Tanto para residentes, como para turistas. 
  • Ya no hay que comprar tickets, salvo para viajar en primera clase.

En resumen, el área de transporte y movilidad parece ser uno de los principales intereses de quienes responden a la encuesta de Verdes Equo Avilés. En este artículo hemos cubierto el enfoque de base (por parte del laboratorio europeo de movilidad urbana), la necesidad de adoptar una estrategia adaptada a la ciudad, y varios ejemplos de otros países que pueden ser más o menos válidos. El siguiente paso podría ser contactar con organizaciones relacionadas con la movilidad sostenible para discutir las propuestas.

Strong Towns: una revolución de base en pos de ciudades más prósperas

El movimiento “Strong Towns” persigue que los barrios americanos sean más prósperos y que sus comunidades recuperen el control de su futuro. Chuck Marohn preside una iniciativa ciudadana preocupada por una situación financiera cada vez más problemática debida, según su análisis, a las malas prácticas urbanísticas aplicadas desde hace décadas.

En esta entrada hago un resumen del capítulo “Así es cómo las ciudades socavan su propia competitividad” en el que entrevistan a Chuck Marohn. Hablaremos de cómo las grandes empresas alimentarias empobrecen las ciudades, criticaremos cierta noción política de progreso a ambos lados del Atlántico, y defenderemos un modo iterativo de hacer urbanismo. Todo ello aderezado con un giro argumental relacionado con las etiquetas políticas. 

En su barrio en 1950 había 13 tiendas de alimentación, regentadas por locales. Había opciones. También se podía elegir cómo llegar a ellas: conduciendo, en bicicleta, o, por norma general, caminando. Hoy sólo hay una tienda, de una cadena nacional, y es necesario ir en coche. Además, los contribuyentes están subvencionando esta gran instalación al estar exenta de impuestos locales. Las grandes marcas nacionales se instalan en los barrios costeando las infraestructuras que necesitan (e.g. carreteras, iluminación urbana) y al gobierno local, de primeras, esto le parece un buen trato. Pero el modelo de negocio de estas corporaciones es de corto plazo y extractivo: en unos años se habrán trasladado o retirado, y los costes de mantenimiento de las nuevas infraestructuras seguirán recayendo en el gobierno local durante décadas. 

Como resultado, traer un gran negocio a la comunidad hace que el barrio sea más pobre y haya menos opciones. El modelo alternativo, el de las pequeñas tiendas de alimentación que contribuyen con impuestos, es más positivo a largo plazo y crece junto con la comunidad. Los líderes locales deben confrontar las promesas de estas grandes empresas, especialmente dirigidas a las comunidades más pobres (precios más bajos, más empleo) y decir “quizá no deban instalarse aquí”. 

La crítica al progresismo americano y la política ágil

Para el líder de Strong Towns, EEUU vive en un experimento urbanístico lanzado por los progresistas de los años 30. Explica que muchos problemas actuales se pueden relacionar con una mentalidad de “tirémoslo todo abajo y empecemos de nuevo“. Las franquicias de comida rápida, las casas unifamiliares para repartir a la población en ciudades poco densas, la necesidad de tener un automóvil… todo esto serían experimentos amparados en un supuesto progreso. 

Esto me recuerda al software. Una de las premisas del desarrollo de software moderno es que se haga de forma iterativa. Está desaconsejado lanzar grandes proyectos. En cambio, se preconiza despiezar el trabajo en muchos elementos independientes, priorizarlos, e implementarlos uno a uno, minimizando así el riesgo de poner en producción muchas funcionalidades a la vez. Como ingeniero de software he ido aprendiendo que esta forma de trabajar (denominada “ágil”) es la más adecuada.Desde un punto de vista objetivo esa es la mejor manera de desarrollar software.

Me sorprende oír el argumento iterativo con connotaciones políticas. “No apoyo un plan de inversiones gubernamental de 6 billones de dólares”, dice Marohn. “Si cambiamos las cosas, hagámoslo incrementalmente.” Marohn critica a los progresistas por proponer grandes planes, por querer construir cosas masivas. 

¿Dónde se sitúa políticamente “Strong Towns”?

Con todo lo descrito hasta ahora, el movimiento Strong Towns podría ser visto en Europa como una iniciativa ecologista. Critica la ciudad extensa y defiende a su vez un mejor modelo basado en una ciudad más densa. Critica la necesidad creada de usar un coche. 

El propio Chuck Marohn defiende que su movimiento es trans-partisano: “las ciudades necesitan gente con ideas conservadoras y gente con ideas progresistas que trabajen juntos“. Sin embargo, y aquí viene el giro argumental, Marohn se define como “conservador”. La entrevista en la que está basado este post fue emitida por un podcast americano conservador (Saving Elephants – siendo el elefante el símbolo del partido republicano).

“Mi conservadurismo está basado en el conocimiento heredado. Los progresistas quieren tirarlo todo y comenzar de nuevo. En cambio, los conservadores tenemos la tendencia de pensar que hay una razón para que las cosas sean como son. Cuidemos el conocimiento heredado. Para mí el “habitat humano” es la forma en que las ciudades han evolucionado. En la planificación urbana hay mucho conocimiento recibido en forma de ensayo y error.”

Defiende que la postura conservadora ha de actuar como freno de este impulso progresista de tirarlo todo y empezar de nuevo, aunque los conservadores sean vistos así como anti-progreso. Para Marohn, el líder conservador es uno que actúa con prudencia, pensando en el largo plazo, siendo escéptico ante los grandes proyectos y el cambio radical, respetando el pasado y el conocimiento recibido, y dando impulso a las iniciativas de reparación, de arreglos, y de mantenimiento. De hecho, conocí a Marohn a través del libro “The Innovation Delusion”, un alegato en favor del adecuado mantenimiento de las infraestructuras (y del software). 

¿Dónde nos encontramos los ecologistas y Strong Towns?

Como ecologista, me siento identificado con la crítica al desarrollismo. En España hemos vivido esto con los socialistas, que en nombre del progreso se alían con determinados grupos económicos para lanzar grandes proyectos nocivos para el medio ambiente y para el futuro de las personas y de las ciudades. Marohn critica al progresismo estadounidense y se escora hacia el conservadurismo. Yo hago lo propio en España y políticamente voy en dirección opuesta. Pero de alguna forma, acabamos coincidiendo en proponer un modelo de base que haga que la gente no tenga que adquirir un coche para ir a hacer la compra.

A Marohn le responden: “a veces los progresistas también son anti-Walmart“. Y él se desmarca: sus ideas no vienen sólo por el bienestar ciudadano sino también por la libertad de mercado que antes había en su barrio y ahora no hay. No está de acuerdo con prohibir las grandes empresas. Prefiere mostrar que hay dos patrones de desarrollo: uno que enriquece a las comunidades, y otro que las empobrece. ¿Pueden las grandes empresas adaptarse al primero? En ese caso, no hay necesidad de prohibir. Pero Marohn no es optimista al respecto: piensa que el propio modelo de negocio de Walmart y compañía no funcionaría así. Y no quiere que la competitividad de esas empresas se consiga a costa de su comunidad.

Con todo, cree que los mercados funcionan mejor cuando están adaptados a lo local. Que los grandes jugadores son anti-competitivos, y que, como Amazon, usan su posición de poder para influenciar a los gobierno, lo que es destructivo y anti competitivo.

Marohn defiende los impuestos, propone movimientos de base, habla de hacerle frente a las grandes empresas. Ese conservadurismo no me recuerda para nada a la derecha mayoritaria española. Pero puede que sí exista en el nicho de la derecha que se reclama ecologista. ¿Tendría encaje dentro de iniciativas como la Red Oikos?  ¿Se sentiría Chuck Marohn cómodo bajo la etiqueta de ecologista?

“¿Cómo puedes destruir los paisajes, las aguas, el aire y las especies que tantas generaciones pasadas supieron legarte?”

Hace unos días el profesor de Ética y Filosofía Miguel Ángel Quintana Paz publicaba el artículo “Por un ecologismo de derechas“. 

Me parece muy interesante, porque creo que es necesario aunar fuerzas desde todo el espectro político para afrontar la emergencia climática. Otras personas de derechas, como Toni Timoner y Luis Quiroga, o de centro, como Toni Roldán, se han expresado de forma parecida recientemente. Estoy de acuerdo con ellos en que la defensa medioambiental no es patrimonio de “la izquierda”. 

Quintana Paz caracteriza a “la izquierda” como revolucionaria, estatalista, burocrática, maniquea, y enfadada con el mundo. Ante este némesis plantea su ecologismo de derechas. Esa “izquierda” existe, sí, pero hay otras. Yo soy de izquierdas, pero no me identifico con esa “izquierda”. 

“La izquierda” de Quintana Paz es revolucionaria. En mi opinión, la revolución es una quimera, y no debe ser la aspiración. Lo que sí existe es una resistencia en forma de, por ejemplo, energías renovables, banca ética o agricultura ecológica, que existen dentro del sistema y lo cambian por dentro. 

“La izquierda” antagonista es estatalista. Pero hay otra izquierda que no lo es, que es libertaria, y que también desconfía de un Estado todopoderoso. Los problemas ambientales de la izquierda estatalista los describe el propio autor y para mi son suficiente argumento. 

“No hay que buscar en ningún suprapoder burocrático una alternativa a nuestros estados de derecho para abordar los problemas medioambientales”. Estoy de acuerdo. No creo que la burocracia ayude. Sí creo que un suprapoder pueda ayudar, véase la UE, que no es una alternativa sino un complemento a los estados. 

También estoy de acuerdo con que no es una guerra de empresas frente a ciudadanos, y el contraejemplo de la contaminación del aire en Madrid me parece válido. Ahora, no es correcto olvidar que la mayor parte de las emisiones de CO2 la realizan grandes empresas, no individuos. Quintana Paz no menciona ésto. 

Me parece especialmente interesante el lenguaje utilizado para situar el discurso ecologista en la derecha: apela a la herencia y al deber. Creo que los ecologistas tenemos que ser conscientes de que si queremos que también nos vote gente más conservadora, hay que usar más este lenguaje cuando nos dirijamos a ellos. 

Ya lo hacemos cuando planteamos que mundo les dejamos a las generaciones futuras, y cuando apelamos a la responsabilidad individual. Debemos ser conscientes de que estos argumentos funcionan mejor al dirigirnos a un público conservador. 

“¿Cómo puedes destruir los paisajes, las aguas, el aire y las especies que tantas generaciones pasadas supieron legarte? ¿Cómo puedes ser tan cruel con tus congéneres del futuro como para privarles de todo ello?”

Quintana Paz sitúa su moral ecológica conservadora en una combinación de pietas romana y pietas cristiana. Yo no me identificaría así, aunque sea parte mi bagaje cultural. Yo soy más de la quimera vegano-feminista-animalista-anticapitalista que él no aprecia. Pero yo no quiero ser conservador, no quiero ser Quintana Paz. Lo que quiero es que avancen las ideas ecologistas que compartimos. 

Fragilidad blanca

Si definimos el racismo como el prejuicio individual intencionado contra la gente negra, puedo decir que no soy racista. Es más, me ofenderé cuando alguien sugiera lo contrario. Si se me presentan hechos racistas cometidos por otros blancos, diré que no tienen nada que ver conmigo: yo, como individuo, soy diferente. Trato a todas las personas por igual independientemente del color de su piel.

Hay otra perspectiva: considerar el racismo como una característica del sistema, engranado en las instituciones, y parte de la sociedad en múltiples niveles. Desde este punto de vista, participo en el racismo en la misma forma en que soy parte de esta sociedad. No puedo pretender estar libre de él. Mis acciones, en tanto que están condicionadas por el entorno, pueden tener un impacto racista, aunque yo no sea consciente.

Esta definición sistémica del racismo es un asunto angular del libro “Fragilidad blanca” de Robin Diangelo.

El libro está dirigido a un público blanco. La autora pide para contrarrestar el racismo que quien lea sea capaz de nombrar su identidad racial como blanca. A partir de ahí se puede entender que el racismo además de perjudicar a personas de color, también beneficia a las personas blancas.

Lo blanco es lo estándar, es la medida de todo. Incluso el término “personas de color” puede dar a entender que las otras son neutras: no tienen ningún color. Para superar la fragilidad blanca es importante nombrar tanto el color de la piel como los privilegios asociados a él. Los blancos disfrutamos de tales privilegios, pero no parecemos darnos cuenta. En gran medida, el privilegio blanco es invisible.

Diangelo considera útil considerar el racismo no como una cuestión binaria, sino como un continuo, como una graduación. Si me considero “no racista”, ¿que más he de hacer? Ya he llegado a destino. Si en cambio me considero dentro de una sociedad que tiene actitudes racistas que afectan lo que digo y lo que hago, entonces puedo entender que es necesario mejorar y aprender, para identificar y desactivar esas actitudes.

Diangelo es formadora y realiza habitualmente talleres sobre diversidad e identificación de actitudes racistas. Lo que se ha encontrado a lo largo de los años es una manifiesta incapacidad blanca para encajar críticas. La fragilidad blanca es la piel fina que se siente agredida cuando le señalan que una actitud o comentario refuerza situaciones racistas. Tanto es así, que el libro da un catálogo de las actitudes y emociones que va a despertar en gente blanca el recibir este tipo de feedback.

Si la gente blanca vamos a poner el grito en el cielo cada vez que se señala una actitud problemática (hay un capítulo dedicado a las lágrimas de las mujeres blancas), entonces nadie va a querer seguir dándonos feedback. En base a la experiencia de la autora, la única forma de dar feedback sin desatar la fragilidad blanca es no dando ningún feedback.

En este aprendizaje es problemático esperar que la gente de color enseñe a la gente blanca sobre el racismo, por varias razones. Primero, el racismo es un problema que sufren unos y que beneficia a otros: la gente blanca tenemos un rol neutro. Segundo, una expectativa así refuerza relaciones de poder desiguales: le corresponde a la gente blanca hacer el trabajo de formarse. Por último, ignora dimensiones históricas de la relación entre razas: para poder hablar de racismo con la gente de color es preciso ser consciente de lo que significa ser blanco. Si no existe esta consciencia, la persona negra se sentirá invalidada.

“Fragilidad blanca” está anclado en la cultura e historia norteamericanas. El racismo estaba presente en el propio nacimiento de los EEUU, en el que se hizo compatible la esclavitud con el noble ideario de igualdad de la declaración de independencia. La segregación racial y la lucha por los derechos civiles es otro capítulo clave en el engranaje del racismo en la sociedad norteamericana. Hoy en día sus efectos se pueden ver nítidamente. Las vidas negras importan.

Me resulta especialmente interesante la cita de Ta-Nehisi Coates: “la raza no es el padre, sino el hijo del racismo”. Primero vino la explotación de pueblos para extraer sus recursos, y sólo después se inventó la justificación de que eran pueblos inferiores en función de su color de piel.

Me gustaría próximamente indagar en la relación de Europa y de España con el racismo. No tenemos los mismos referentes y me gustaría identificar los propios españoles (Cuba, Guinea Ecuatorial, las pateras, los CIE…) y europeos. De momento estas son algunas de las voces que estoy escuchando: European Network against Racism, Sarah Chander, Es Racismo, Daniela Ortiz, Georgina Marcelino, ASNUCI, Moha Gerehou

Si tuviese que comprar un teléfono ahora, compraría el Fairphone 3.

Si tuviese que comprar un teléfono ahora, compraría el Fairphone 3. Aunque la opción más ecológica es siempre continuar usando el teléfono que ya tienes. 


Me preguntaba el otro día Hugo Armas por mi experiencia con Fairphone y este artículo recoge lo que le contesté. 

Mi visión sobre el tema no es parcial (ni falta que hace). Tuve un Fairphone 1, Sofía un Fairphone 2, e invertí cuando lanzaron una campaña de micro inversiones para financiar el desarrollo del Fairphone 3 (consiguieron 2.5 millones de euros). 

En España no hay distribuidores, así que la opción principal es comprarlo online, pero parece ser que algunas telecos lo empiezan a ofrecer

El objetivo de Fairphone es que el teléfono dure lo máximo posible. Para eso, tiene que poderse reparar y ampliar. El Fairphone 3 es el teléfono más reparable que existe (10/10) según los mayores expertos en electrónica popular:  Fairphone 3 Teardown – iFixit

El Fairphone 1 no era gran cosa técnicamente. La capacidad de la empresa entonces de encargar teléfonos era reducida y debieron conformarse con un diseño ya existente de la empresa que los manufacturaba. El mío duró 4 años, cambiando la batería a los 2. Al final, una pantalla rota para la que no había recambio, y un software ya imposible de actualizar, le dieron el KO. Fairphone 2 era más potente, aunque tuvo otros problemas (en nuestro caso, de velocidad y conectividad) . La experiencia de usuario no fue la mejor.  En cuanto a especificaciones técnicas Fairphone 3 es “gama media”. Prioriza otros valores, no el estar a la última en tecnología. 

Fairphone es una empresa social en serio. Les he seguido desde el principio, leído blogs, invitado a charlas (Bibi Bleekemolen presenta Fairphone en Life of Electronics, Londres 2014), y como decía, hasta el punto de invertir. Para mi tienen la máxima confianza.

A nivel ético hacen todo lo que pueden en un sector dificilísimo. Buscan continuamente fuentes de minerales donde se garantice que no hay trabajo infantil. Mejoran continuamente, y aunque todavía no están donde quieren llegar, están involucrando a toda la cadena de producción en los cambios necesarios. 

En reparación del teléfono, como hemos visto, están al frente. Aún así, en la búsqueda del teléfono modular total que sea reparable hasta el infinito hay que hacer mil compromisos. Un teléfono 100% modular es muy complicado y un crack como Dave Hakkens junto con Google no consiguieron poner en marcha el proyecto Ara (antes Phoneblocks) que iba precisamente de eso.

En la parte social, se involucran para mejorar las condiciones de trabajo de quienes ensamblan sus teléfonos. Como toda tecnología, es una empresa china quien se encarga. 1.50€ de cada Fairphone van destinados a un fondo para esos trabajadores, lo que les ayuda a tener que hacer menos horas extra. 

Por último, tienen programas de reciclaje continuamente en marcha y puedes mandarles tus teléfonos viejos, a cambio de un descuento de 20€ en el Fairphone 3.

Las 3 claves del cambio: el elefante, su jinete y el camino

La parte racional de las personas es “el jinete“. Es quién toma las riendas y piensa dónde ir. La otra parte, la emocional, es “el elefante“. Muchas veces da igual cuanto empeño ponga el jinete, que el elefante es más fuerte y acabará yendo donde quiere. 

Esta entente entre jinete y elefante es una propuesta del psicólogo Jonathan Haidt para entender el comportamiento humano. Basada en ella, Chip y Dan Heath han escrito “Cambia el chip: Cómo afrontar cambios que parecen imposibles“. 
Hay 3 claves en el libro para favorecer procesos de cambio (primera nota: el cambio no es un evento, sino un proceso). La primera es: dirige al jinete. Entiende cómo funciona y cómo proponer argumentos racionales para el cambio. La segunda es: motiva al elefante. Se consciente de la fuerza de la emoción. La tercera es: dale forma al camino. Modifica el entorno para facilitar el cambio. 

Dirige al jinete

El jinete tiende a darle muchas vueltas a las cosas. Pónselo fácil:

  1. Muestra el destino con total claridad. Muchas veces lo que parece resistencia al cambio es sólo una reacción a la falta de claridad. 
  2. Señala las reglas críticas. Tomar decisiones cansa, pero si tienes un conjunto mínimo de reglas que seguir, lograr un cambio será más fácil.
  3. Replica los pequeños éxitos. En vez de enfocarte en arreglar lo que está roto, busca las cosas que están yendo bien y multiplícalas. 

Motiva al elefante

De nada sirve el mejor jinete si el elefante toma otro camino. El elefante entiende de emociones. Guíale así:

  1. Encuentra el sentimiento. En vez de convencer con datos, convence generando sentimientos. El patrón del cambio no es ANALIZAR > PENSAR > CAMBIAR. Sino VER > SENTIR > CAMBIAR.
  2. Desmenuza el cambio. Si el objetivo es demasiado ambicioso, el elefante se desmotiva. Busca el cambio más pequeño posible, reduce las expectativas, y haz que la única opción sea el triunfo, por pequeño que sea. Además, la sensación de progreso es un gran motivador. Es más motivador pasar de 2 a 12 que de 0 a 10.
  3. Apela a la identidad (que es un mecanismo irracional de toma de decisiones) en vez de a las consecuencias (mecanismo racional). Queremos que algo cambie porque dice cosas acerca de quienes somos.

Dale forma al camino

Para ayudar al cambio se puede modificar el entorno, quitar complicaciones, y buscar fluidez. 

  1. Crea hábitos. Los hábitos son el piloto automático del comportamiento. Son decisiones “pre-cargadas” en la mente del jinete. Tomar decisiones desgasta, y un hábito evita tener que pensar. Encontrar disparadores ayuda: cada vez que entre en una habitación de hospital me desinfectaré las manos, sin pensar. 
  2. Cambia el entorno. Hay situaciones estructurales que frenan el cambio. Por ejemplo, para facilitar la colaboración entre compañeros de oficina vale más crear una buena sala de reuniones o activar un wiki, que doscientos correos de los jefes animando a colaborar.
  3. Busca al grupo. Los cambios de comportamiento son contagiosos. Mostrar que otros ya han cambiado ayuda a cambiar. “Más del 50% de tus compañeros de oficina ya han contestado a esta encuesta”. 

Algunos ejemplos del libro

¿Cómo conseguir que los empleados manden sus hojas de gastos a tiempo? 

  • Investiga por qué los que sí las mandan a tiempo lo hacen > Replica los éxitos
  • Muestra como los compañeros de contabilidad se agobian al deber tratar gastos que llegan atrasados > Busca el sentimiento. 
  • Simplifica el formulario de gastos > Cambia el entorno 

¿Cómo reducir el presupuesto de una organización sin crear un gran lío? 

  • Busca los departamentos que ya están ahorrando > Replica los éxitos
  • Busca el ahorro más pequeño posible > Desmenuza el cambio. 
  • Muestra los ahorros conseguidos en otros departamentos > Busca al grupo. 

¿Cómo hacer cumplir la política de seguridad en una fábrica? 

  • Reducir el número de normas > Señala las reglas críticas. 
  • Pintar una línea azul en el suelo a partir de la cual es obligatorio el uso de casco y gafas > Crear hábitos (y disparadores). 

Para finalizar, una pregunta abierta: ¿cómo aplicar este modelo a cambios orientados a frenar el cambio climático, o a otros problemas ecosociales? 

Hay política en lo del Open Arms

Por más que se quiera decir que es sólo humanitarismo, no es así.

Open Arms tiene una asesoría legal de primer nivel. Jaime Rodrigo de Larrucea, experto en derecho marítimo, es su coordinador legal. En este estudio analiza la actuación de las ONG de salvamento marítimo y concluye que el bloqueo de puertos por parte de Italia es contrario a derecho internacional.

La fijación del Open Arms por atracar en Lampedusa tiene ahí su base legal. Han rescatado naufragos y los han querido llevar al puerto seguro más cercano pensando que estaban amparados por la ley. Sin embargo, enfrente tenían la decisión del Ministro de Interior Mateo Salvini de cerrar puertos. Y éste es el primer encontronazo con la política, porque cerrar puertos es una decisión política.

Se han negado a desembarcar a 39 personas en Malta. Sus razones: esas 39 eran las últimas rescatadas y desembarcarlas hubiese provocado un conflicto a bordo. Sin embargo, el gobierno español les ha acusado de haber rechazado un desembarco total en Malta, cosa que nunca se planteó. Mentir desde el Gobierno, como ha hecho la vicepresidenta Carmen Calvo, es una decisión política.

En las redes mucha gente se preguntaba por qué no iban a Túnez. El Open Arms valoró que dejar a los inmigrantes en Túnez no era seguro. En Túnez no hay ley de asilo y hay numerosos informes de inmigrantes deportados. Muchos se sorprenden de que, siendo Túnez un destino turístico (para europeos con dinero), no sea también amigable para inmigrantes (africanos sin un duro). Romper esa burbuja de privilegio que tenemos los europeos, y evidenciar la xenofobia de todos aquellos tan preocupados porque 100 personas negras desembarcasen en cualquier otro sitio salvo en Europa, es hacer política.

Al final, ha aparecido la salida al laberinto gracias al fiscal de Agrigento, Luigi Patronaggio, que ha ordenado la incautación del barco. Volviendo al paso 1, ha vencido la sólida apuesta legal de Open Arms. Esta fiscalía se plantea, además, investigar a Salvini por omisión de socorro.

Pero, ¿por qué existe ese derecho marítimo internacional? Porque ya ha habido gobernantes que se han puesto de acuerdo sobre la inhumanidad de no auxiliar a quien está en peligro en el mar. Lo que vemos hoy es como los neofascistas quieren hacer involucionar a la sociedad italiana y europea: “¿Eres un inmigrante cruzando el Mediterráneo y te ahogas? Es tu problema.” Como el de los otros 3 mil que mueren cada año en la frontera sur.

Puede parecer que Open Arms le haya echado un pulso a Salvini para tumbar su política de puertos cerrados. En realidad, Open Arms, buscando el amparo de la ley, ha sido rehén de la política de Salvini. La justicia ha acabado por darle la razón, tras 19 días de crisis, en algo que debería ser obvio. Por eso creo que Open Arms necesita hacer más política y tener más apoyo político.

Rule of Law

Lo que hace Salvini, faltar al respeto de la legalidad internacional para promocionar sus políticas xenófobas, no es nuevo en Europa. Lo que Open Arms le pide es sencillamente que cumpla la ley. Lo que Open Arms ha pedido a España es que le pida a Salvini que cumpla la ley. Y sin embargo, España ha hecho propuestas (Algeciras, Mallorca, fragata) que hacían que Salvini estuviese contento, porque le quitaba el problema de su patio trasero y le dejaban seguir saltándose la ley.

¿Cómo apoyar políticamente la labor del Open Arms?

EQUO está situado en una buena posición para hacerlo. Los Verdes europeos, en su manifiesto 2019, marcan entre sus prioridades:

  • El estado de Derecho está siendo atacado, tanto en Europa como en el resto del mundo. Defenderlo contra el autoritarismo constituye una batalla por el alma de Europa.
  • Queremos una política de asilo basada en la solidaridad, la humanidad y un proceso ordenado que incluya el reparto equitativo de responsabilidades entre los estados miembros y el restablecimiento de la misión europea de rescate marítimo. Prestar ayuda a los migrantes nunca debería penalizarse.

Salvar vidas en el Mediterráneo ya no es sólo una acción humanitaria. Ya no es sólo una cuestión de derecho. Es una batalla política contra los gobernantes que ignoran la legalidad internacional, contra esos otros gobernantes que miran para otro lado en vez de confrontar al infractor, y contra la xenofobia del europeo privilegiado que prefiere que desembarquen en cualquier otro lugar, o que se ahoguen, qué mas da.

Al final sí que había política en lo del Open Arms.