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¿Qué modelo de partido para Equo?

A raíz de la presentación de mi candidatura, recibo a través de la Equomunidad dos preguntas relacionadas:

Rubén Ferrer: ¿Consideras que Equo debe de ser un proyecto único en todo el estado español o debemos admitir excepciones en territorios?

 

Juan Cappelletti: ¿Qué modelo de partido crees que debe tener EQUO? ¿un partido estatal de caracter federal? ¿Un partido centralista? ¿o un modelo confederal como el que propugnan los partidos de Iniciativa?

 

 

Mi respuesta breve sería: una única organización estatal, con mucha independencia territorial, y tratando entre todos lo que es de todos.

Este debate sobre el modelo de partido ha sido tradicionalmente un quebradero de cabeza para Los Verdes, que pasaron de ser un partido estatal, a ser una confederación de partidos autonómicos. Creo que el debate “federal vs confederal” está todavía viciado, le falta una buena definición semántica porque no está claro qué significa cada término, y como resultado he visto a gente defender exactamente las mismas ideas, cada uno desde una etiqueta contraria.

Por eso no creo que el dilema “federal vs confederal” sea el más adecuado para exponer mis ideas, y prefiero salirme del cuadro y plantear los principios de funcionamiento que considero interesantes, y luego ya el lector pondrá las etiquetas que considere oportuno, si quiere.

El objetivo es configurar un modelo donde las personas individuales estén en el centro del proceso, donde se respete el principio “1 persona = 1 voto“, y donde se facilite la participación de la gente en la elaboración de posiciones políticas. Desde mi punto de vista, esto se construye de la siguiente manera:

Una única organización en todo el estado

Considero que Equo debe ser un partido único en toda España. Todas las personas que formásemos parte del mismo deberíamos pagar cuotas a la misma entidad administrativa y contribuir al desarrollo de un único discurso político para el ámbito estatal.

No comparto por tanto la idea de crear por ejemplo “Equo Asturias” como entidad diferenciada de Equo, aunque luego se asocie.

Sí que comparto las preocupaciones que habría detrás de esa propuesta, que serían, por simplificar: “que no decidan en Madrid lo que tenemos que hacer o pensar en Asturias”. Mi modelo de partido es único, pero no es centralista. Defiendo la autonomía local, pero creo que defenderla creando un partido propio no sólo no soluciona problemas, sino que introduce otros nuevos.

Asambleas territoriales con mucha independencia

Creo que las asambleas han de tener un elevado grado de independencia. La organización estatal sirve para proporcionar un marco de actuación, y luego quien ha de convertirlo en algo concreto son quienes conocen el territorio, que contarían con el apoyo del resto de la organización.

Por ejemplo y por tocar un tema espinoso: las ayudas al carbón en Asturias. El marco ideológico ecologista de Equo define una postura contraria a seguir metiendo dinero público en el carbón. Pero son los asturianos los que más saben sobre qué políticas alternativas hay que implantar para reducir el impacto social y para ofrecer una salida mejor a las cuencas mineras basada en el empleo verde.

La organización estatal se encarga de definir la postura contraria al carbón y favorable al empleo verde, y la organización territorial de decir cómo mejor aplicar esas políticas, y ambos ámbitos, estatal y territorial, trabajan en la misma dirección.

Lo que es de todos, lo tratamos entre todos.

Por ejemplo: los temas asturianos, los decidimos entre todos los asturianos, y los temas estatales, los decidimos entre todos los participantes de Equo en España. Aunque esto pueda parecer una idea básica, en la práctica no suele ser así.

Un ejemplo que considero de mala aplicación: supongamos un tema estatal como las ayudas a las renovables. En la Asamblea de Equo en Asturias se consensuaría una posición crítica, y en otro territorio de España se llegaría a una posición más favorable. ¿Cual sería la opinión de Equo como entidad estatal? Para llegar a ella, los delegados de los territorios se pondrían de acuerdo en un nuevo texto.

¿Qué considero que tiene de malo este modelo?

– Refleja una organización basada en las asambleas, y no basada en las personas. Equo se define como un partido de personas, y no de organizaciones, y deberían de ser las personas quienes se pusieran de acuerdo.

– No se respeta el principio “1 persona = 1 voto”. Aunque tu tengas una postura favorable, si la mayoría de tu asamblea tiene una posición crítica, tu voto se perderá. Los delegados de tu Asamblea, cuando negocien con los otros delegados, llevarán la posición mayoritaria de la asamblea, dejando la tuya de lado.

– Se establece un nivel intermedio de jerarquía, lo que redunda en una menor horizontalidad. Ya no todo el mundo está al mismo nivel, sino que los delegados son quienes tienen la potestad de tomar una decisión por encima del resto de afiliados.

– No se divide el trabajo. Toda la Asamblea de Asturias opina sobre todos los temas, en vez de tener a gente especializada siguiéndolos con más detenimiento.

¿Cual sería en mi opinión la vía adecuada?

Este principio “lo de todos entre todos” ya se aplica en las primarias de Equo. A diferencia de otros partidos, el candidato es elegido siempre por su asamblea. Si es el candidato provincial, es la asamblea provincial la que hace primarias. Si es el candidato estatal, en vez de establecer un sistema de delegación de voto en el que cada asamblea territorial elige a su candidato y luego negocian entre asambleas, se establecen primarias en igualdad de condiciones para todos los que formamos Equo.

En el caso anterior de las renovables, la opinión de Equo estatal vendría dada por el conjunto de los afiliados. ¿Cómo organizarlo? Derivando el tema al grupo de trabajo sobre Energía, en el que participan todas aquellas personas de todos los territorios interesadas en el tema, y que lanzará una propuesta de posicionamiento.

Este modelo permite optimizar el tiempo de los participantes, que ya no tienen que tratar de todos los temas sino de sus preferidos. Mejora también el nivel del debate, que puede hacerse más profundo. Permite que los votos individuales afecten a la propuesta del grupo, y ponen a las personas en el centro del modelo, siendo ellas a nivel individual quienes discuten los temas, y no las organizaciones.

Todavía faltaría un elemento para mejorar el sistema: una buena implementación de la transversalidad, de forma que en los temas que se compartan entre varios grupos temáticos diferentes los acuerdos se produzcan durante el proceso de debate entre los participantes, y no al final del mismo.

En resumen

Una única organización estatal, con mucha independencia territorial, y tratando entre todos lo que es de todos: ese es mi modelo de partido.

¿Y tú, qué Equo quieres? – Candidatura a la Comisión Gestora de Equo

Entre los próximos 7 y 12 de febrero quienes formamos parte de Equo tendremos la oportunidad de elegir a 6 nuevos miembros para su Comisión Gestora.

En su origen, la Comisión Gestora estaba formada por 12 personas, que representaban las diferentes sensibilidades que se unían en torno al proyecto Equo. Ha habido 2 dimisiones desde entonces, que ahora se renuevan, y se amplía en función de lo indicado por la Asamblea General constituyente.

Los miembros de la Comisión Gestora actualmente son los siguientes: David AbrilCecilia Carballo, Verónica JuzgadoJuan López de UraldePepa López, Florent MarcellesiReyes Montiel, Mónica OltraMario Ortega y Alejandro Sánchez.

Cada uno de ellos proviene de un ámbito distinto del ecologismo político y social, y ahora tienen la misión de trabajar conjuntamente por el desarrollo del proyecto Equo. Todos ellos fueron ratificados por la Asamblea General. Ahora se abre el proceso para nombrar a los primeros miembros de la Gestora elegidos por votación, y yo me presento.

En este blog tengo dos textos útiles para saber qué visión tengo de Equo, y conocer algo más sobre mi trayectoria. Si usas Twitter, puede que estés interesado en seguir mi cuenta: @Rafa_Font

Las integrantes de Equo tenemos ante nosotras un reto ilusionante, no exento de problemas, al que quiero contribuir. El gran hito del 2012 será la celebración del Congreso a mediados de año, y hasta entonces estaremos debatiendo cómo queremos configurar Equo como alternativa política. Sabemos que queremos crear un partido distinto a los actuales, que queremos articular una visión moderna de la ecología política, capaz de dar soluciones a la crisis a base de reformar lo que no funciona y poner en marcha medidas válidas para hoy y para mañana, para el Norte y para el Sur.

Sabemos que queremos configurar un modelo de partido atractivo para la ciudadanía. Uno en el que se pueda opinar, participar con voz y voto, con mucha interacción de la sociedad, donde el eje central sean los individuos y no las organizaciones. Sabemos que queremos convertirnos en “un partido político del siglo XXI“, y sabemos que nos identificamos con los principios de horizontalidad y “1 persona = 1 voto“, que además hemos visto y practicado en las plazas recientemente.

Lo que quizá no sepamos muy bien aún es cómo articularlo, y cómo podemos hacerlo entre todos los que queremos formar este proyecto. Tenemos por delante un bonito reto intelectual, organizativo, y humano, al que quiero contribuir tanto de forma individual, como siendo miembro de la Comisión Gestora de Equo.

Mi hándicap es vivir en Bruselas (aunque a la vez esto pueda ser un valor añadido para Equo). Para conocer mejor a la gente que forma las asambleas territoriales y saber qué esperan de esta organización, he preparado un breve tour por 6 ciudades españolas. A falta de rematar los detalles, este es el planning de viaje:

Alicante en la mañana del viernes 3
Málaga en la tarde del viernes 3
Sevilla en la mañana del sábado 4
Madrid en la tarde del sábado 4
Zaragoza en la mañana del domingo 5
Barcelona en la tarde del domingo 5

Estoy habitualmente en Twitter, y en esta dirección de correo (rafa.font@rafafont.eu) a disposición de quien me quiera contactar.

¿Y tú, qué Equo quieres?

Fundación Gates: vacunas contra la mortalidad infantil, transgénicos contra la sequía

Bill Gates fue el invitado de ayer en la Comisión de Desarrollo del Parlamento Europeo. Pidió a los gobiernos de la UE que, pese a la crisis, continúen invirtiendo en Ayuda al Desarrollo, porque funciona. También explicó las áreas principales donde se mueve su Fundación: vacunas y agricultura.

En este texto combino algunas ideas de ayer con otras notas tomadas en la anterior ocasión en que Gates estuvo en el Parlamento (publicadas en la web Zona eReader).

“La UE debe seguir financiando la Ayuda al Desarrollo”

Sólo 4 países europeos contribuyen por encima del 0.7% al desarrollo, aun así superando a EEUU, el mayor donante en términos absolutos, pero que sólo aporta el 0.22% de su PIB. En 2012 se deciden presupuestos plurianuales que implican a la Ayuda al Desarrollo, ¿puede Europa, con menos presupuesto y en crisis, seguir gastando en Cooperación?

Puede y debe, se contestaba Gates. Puede porque “la inversión en Cooperación para el Desarrollo salva vidas, comprando vacunas y mejorando la productividad de las granjas“, y debe porque la UE es un actor influyente que lleva a que otros países continúen cooperando también.

Hay pruebas concretas de que funciona: países que salen de su penuria y pasan de ser receptores a donantes; 5 millones de niños vacunados contra el sarampión; 7 millones de redes antimosquitos distribuidas.

El rol de la UE como donante centralizado en sustitución de países individuales es beneficioso: se evitan las duplicaciones; el caudal de ayuda es más predecible a lo largo de los años, lo que ayuda a los receptores a planificarse mejor; y la UE tiene un buen registro de transparencia.

No toda la ayuda funciona. “Mucha ayuda se hace todavía con criterios de la Guerra Fría, y está destinada a “hacer amigos”, y no a ayudar“. Para Gates, esta visión de la Cooperación se va superando pero todavía falta mucho por hacer. La ayuda del tipo “guerra fría” no funciona porque no tiene criterios de seguimiento y control.

El apoyo popular parece claro: para el 85% de los europeos, la Ayuda al Desarrollo es importante, el 62% está a favor de aumentarla, y el 70% la considera un valor europeo positivo.

Mientras alrededor de 5 millones de personas podrían vivir en todo el mundo con el soporte de los estados, sigue habiendo 2 mil millones, la base de la pirámide, que están condenados. ¿Qué se puede hacer?

Vacunas para detener la mortalidad infantil

Gates mostró algunos gráficos del académico Hans Rosling, repitiendo sus ideas.

“Hay una estrecha correlación entre la salud de la población de un país, y el número de hijos por familia. Un país o está sano y tiene pocos niños, o está enfermo y tiene muchos niños. No existen países sanos con muchos niños ni países enfermos con pocos”.

Por tanto, cuanto mejor es la salud de la población, menos niños nacen, y reduciendo la mortalidad infantil, se puede detener de forma natural el crecimiento demográfico y estabilizar la población en 9 mil millones de personas en el 2050.

Para saber cómo frenar la mortalidad infantil, hay que saber de qué se mueren los niños.

– El 41% de toda la mortalidad infantil mundial se da en los primeros 30 días de vida. Mueren por no tener apoyo en el parto o por no estar adecuadamente nutridos por la madre.

– Hasta los 5 años, mueren a causa de enfermedades infecciosas: neumonía (14%), diarreas (14%), o malaria (8% global, en África 25%)

Las grandes inversiones a nivel mundial en Salud se hacen para tratar enfermedades del corazón, diabetes, o cáncer, que afectan únicamente a la población mayor. Los niños no se mueren por esas enfermedades, sino por otras que pueden ser tratadas con vacunas y erradicadas. La propuesta de Gates consiste en inventar vacunas, hacerlas de bajo coste, y distribuirlas.

Por ejemplo, la polio, reducida en un 99% (sólo tres mil casos anuales) tiene una vacuna que cuesta 12 céntimos por unidad, y que puede administrarse oralmente en forma de gotas. El problema radica únicamente en conseguir llegar hasta los niños y suministrarles las dosis necesarias para inmunizarlos. En la India, uno de los países más complicados por su gran población, no ha habido polio en el último año. ¿Dónde queda pues polio en el mundo? Está localizada en África, y en dos países asiáticos: Pakistán y Afganistán.

La Fundación Gates se centra en producir mejores semillas, y no en llevar tecnología

“¿Qué puede hacer su Fundación para ayudar a proyectos como el OLPC, o el tablet indio de 35 dólares?”, le preguntaron. Y Gates contestaba: “Mientras mueran de malaria, para mí la tecnología no es una prioridad. Los derechos de los trabajadores es otro área donde no nos estamos centrando. La base para que un país pueda cuidar de sí mismo es la salud y la productividad agrícola. Los sistemas de gobierno, las infraestructuras, la educación, también son importantes en paralelo. Pero la salud y la agricultura son catalíticas y fácilmente medibles.”

El argumento principal sobre agricultura es la productividad de los terrenos: la hectárea europea y norteamericana es hasta 3 veces más productiva que la africana.

En agricultura llegan las primeras críticas: “Usted apoya los OGMs, ¿no sería mejor apoyar la agricultura sostenible?“. Catherine Grèze, eurodiputada verde de Europe Ecologie, subrayando su preocupación porque los agricultores pierdan el control sobre las semillas que usan, quiso saber si el centro de investigación que la Fundación Gates financia en Kenia tiene como objetivo hacer lobby para que la legislación del país acepte los organismos genéticamente modificados.

Grèze mencionó el artículo del diario LA Times “las victimas no intencionadas de la generosidad de la Fundación Gates“. En él se argumenta que el hecho de que la Fundación Gates esté invirtiendo tanto enfocándose en enfermedades como el SIDA, la tubercolisis y la malaria, está provocando el efecto de dejar desatendida la sanidad básica.

Gates contestó que en efecto están trabajando en colaboración con Monsanto, y que ellos les han proporcionado el maíz resistente a la sequía de forma gratuita, sin tener que pagar royalties, y por tanto no había dinero involucrado. “Apoyamos todo lo que vaya a dar resultados, y los países y agricultores son muy libres de utilizar los cultivos transgénicos que resisten muy bien la sequía, o de no hacerlo“.

La intervención de Bill Gates ante el Parlamento Europeo duró hora y media, en la que tocó algunos otros temas y contestó a los eurodiputados. La intervención completa puede verse a través de la página del Parlamento Europeo “EP Live”.

En conclusión

Gates anima a la UE a seguir invirtiendo en desarrollo, y apuesta con su Fundación por vacunas y agricultura (incluídos transgénicos). Aporta buenas ideas al debate sobre el desarrollo, descarta la tecnología, e influye, para bien y/o para mal en el mundo en desarrollo. ¿Y tú cómo lo ves?

Entendiendo Equo en el contexto de las redes sociales (y II)

En una entrada anterior comentaba el texto de Ismael Peña-López trazando paralelismos con Equo en lo relativo a las ventajas de los medios sociales para hacer política. En este texto voy a repasar la segunda parte del artículo en la que se plantean los retos a superar para mejorar el uso de estas herramientas.

La inmediatez, virtud y defecto

El primer gran reto de los medios sociales es, paradójicamente, su inmediatez. A menudo identificamos el ejercicio de la democracia con el sufragio. Sin embargo, una buena democracia se caracteriza por un acceso a la información, cuidar la fase de deliberación, negociar las preferencias, votar y rendir cuentas. Los medios sociales están demostrando ser buenos instrumentos para lo inmediato, pero todavía están verdes para lo reposado, para la deliberación (aunque hay ya buenos ejemplos, creo que no tenemos aún un “protocolo estandarizado”). Lo urgente prevalece sobre lo importante, y resulta difícil distinguir qué es lo relevante ante tal aluvión de opiniones, propuestas y llamadas a la movilización.

La frase “buenos para lo inmediato, aún verdes para la deliberación” podría encajar bien con el proceso de creación del programa electoral estatal en la Equomunidad. Ha sido una buena herramienta para gestionar el impulso y caudal participativo de la gente en un proceso rápido, pero si el debate se quiere sostener en el tiempo de forma reposada, el formato que ofrece la Equomunidad revela algunas carencias. Tampoco tiene Equo todavía un proceso claro de deliberación, preferencias, voto y rendición de cuentas.

¿Cómo encontrar un proceso de deliberación adecuado? La Equomunidad tiene que permitir debatir de forma ágil, y llegar a consensos para fijar una posición colectiva. Esto se ha conseguido en muchos casos, gracias no a la herramienta en sí, sino a la labor de los coordinadores de síntesis de los debates, extracción de ideas, replanteamiento de debates y propuestas de consenso. Ha sido más la parte humana que la parte tecnológica (y esto no debería de resultar una sorpresa).

Una de las herramientas que incorpora la Equomunidad es un wiki. Mucha gente lo ha utilizado como lo que es, un espacio de creación común, mientras que otros lo han usado, equivocadamente a mi entender, como un espacio de deliberación. El wiki es una estructura muy novedosa dentro de la creación política, y para lograr un buen uso del mismo hay que asignarle una función específica dentro del proceso y que la gente se acostumbre a utilizarlo.

Desde mi punto de vista, una de las enseñanzas para la construcción futura de la Equomunidad es la necesidad de encontrar ese proceso de deliberación, con unos pasos determinados, un calendario de actuaciones, que defina un momento para las reuniones presenciales y otro para las deliberaciones online, que facilite llegar a una posición colectiva, y que permita luego pedir cuentas a quienes hayan implementado esa posición.

Probablemente gran parte de esta funcionalidad esté por analizar, y por construir. De momento ni Twitter ni Facebook ni otra red existente pueden ser de ayuda en el corto plazo. La Equomunidad, en cambio, con todas las posibilidades abiertas para ser una herramienta “a la carta”, sí que puede.

La falta de un sistema de reputación

Un segundo problema presentado en el artículo es el siguiente:

… determinadas instituciones (partidos, organizaciones, medios de comunicación) marcaban la agenda identificando los temas relevantes, así como diseñaban los procedimientos para decidir sobre ellos. Y estas instituciones tenían la legitimidad porque, entre otras cosas, representaban la mejor forma de hacer lo que hacían: mediar entre la información y los ciudadanos posibilitando la comunicación. Los medios sociales suponen la obsolescencia de muchas instituciones, pero no han proporcionado todavía un sistema de reputación válido para substituirlas. La mayoría de los llamados sistemas de reputación de los medios sociales son meras agregaciones de variables cuantitativas.

Un partido político, ¿es una estructura obsoleta? A falta de un análisis detallado, en mi opinión el partido político “tradicional” sí que es una estructura obsoleta. Lo es entre otras razones porque no permite la participación política activa salvo en el marco ideológico estricto que el partido define. Tu puedes ser todo lo “amarillo” (por poner un color) que quieras, que si no encajas con la ideología exacta que marca el Partido Amarillo, tus aportaciones caerán en saco roto. Una estructura más moderna permitiría la interrelación entre personas que no tuviesen que pensar exactamente igual en todos los temas, pero que podrían actuar conjuntamente en los que sí estuviesen de acuerdo, dentro de un marco ideológico más amplio.

¿Han convertido los medios sociales a los partidos en obsoletos? A mi juicio no es que los hayan convertido, porque ya lo estaban, sino que han ayudado a poner de relieve que están obsoletos. Gracias a los medios sociales se ha diversificado tanto la opinión, que ahora se ve que no tiene sentido mantener un partido político con unas ideas fijas, sino que es más lógico tener un “espacio político” donde cada uno piense como quiera dentro de un marco común, se respete la acción individual, la gente se relacione en red, y se creen acciones en torno a proyectos concretos.

Como nota al margen, de este planteamiento se deduce que la “disciplina de partido” es una rémora del pasado.

Peña-López busca un sistema de reputación válido para sustituir al partido. Me surge la duda: ¿no estamos hablando de dos cosas distintas? Una sería el nuevo tipo organización que sustituyera al partido, y otra el sistema de reputación dentro de la nueva organización.

Si se trata de lo primero, una nueva organización podría ser el “partido-red”.

Si se trata de la reputación, se trataría de encontrar un sistema de valoración de los miembros de la comunidad. ¿Podría funcionar un sistema similar al de Stack Overflow del que hablábamos hace unos días?

Y una última idea: ahora mismo dentro de un medio social no se puede establecer un sistema de votación ni una “asamblea general”, cuando el único elemento que tenemos para juzgar el éxito de una propuesta son los “+1” y el concepto de “Trending Topic”, para el que ni siquiera sabemos el algoritmo. Lo que no quita para que mañana alguien cree una aplicación llamada TwittAssembly que gestione opiniones conjuntas en base a contar diferentes hashtags: “@Rafa_Font: Mi voto en la #Asamblea_EQUO es para la #opcion1 es #si.”

¿Debe la actividad que traen los medios sociales afectar a un creciente número de decisiones?

@Ictlogist acaba el artículo con unas palabras que considero aplicables punto por punto a Equo:

Volvamos ahora a la pregunta implícita del artículo original: ¿debería la actividad vehiculada por los medios sociales afectar a un creciente número de decisiones empresariales, editoriales y políticas?

Y la respuesta es, necesariamente, y por qué no. Utilicemos los medios sociales para ser ciudadanos más eficaces y más eficientes, sin olvidar los riesgos y puntos oscuros que la participación democrática por estas vías todavía no ha resuelto.

Esta es también mi opinión al respecto del uso de los medios sociales en política. Nos convierte en participantes más eficaces, más eficientes, abre puertas que no eran posibles hace unos años, permite mayor y mejor participación. Equo ya ha nacido en la ola de los medios sociales, y sus asambleas territoriales aprovechan esa fuerza. Por poner un ejemplo, @EquoAndalucía en apenas una semana de existencia ha narrado los resultados de las primarias, recopilado dos centenares de seguidores, enlazado la rueda de prensa del candidato, radiado la reunión de su Mesa, e invitado a participar abiertamente a la gente en la redacción del programa electoral a través de la Equomunidad. ¿Por qué no?

Mientras tanto, hemos de ser conscientes de lo incompleto del medio, de los puntos débiles señalados, y trabajar para solucionarlos con nuevas ideas, siendo conscientes de que el camino que exploramos es nuevo, que estamos inventando el presente.

A modo de conclusión:

Los “pros”:
– La Equomunidad es un espacio, y no un ente.
– Con las redes sociales se democratiza la creación de opinión
– Más política en las redes sociales es sinónimo de democracia de más calidad
– Con las redes sociales es más fácil “pensar globalmente, actuar localmente”

Los “peros”:
– La Equomunidad debe mejorar su capacidad para permitir debatir y consensuar posiciones.
– Es necesario trabajar en un modelo de reputación y de organización para superar definitivamente las instituciones caducas.
– ¿Por qué no utilizar los medios sociales en política para ser más eficientes y eficaces?

El debate no ha hecho más que comenzar,

Romeva: “El acuerdo fiscal europeo es una vía para cristalizar por vía legal la doctrina neoliberal”

Aprovechando que el Parlamento pasa una semana al mes por Estrasburgo, despilfarrando los impuestos de los ciudadanos europeos, quiero aprovechar la mayor cercanía que hay en estos días con los europarlamentarios para conocer algo mejor qué es lo que se está moviendo en Europa en estos momentos.

Empiezo por quien pueda ser el más cercano a Equo: Raül Romeva, eurodiputado de ICV. Romeva tiene 40 años, ha sido eurodiputado desde 2004, y desde 2009 es vicepresidente del grupo Verdes/ALE. Sus principales áreas de trabajo en el Parlamento Europeo son Igualdad de Género, Pesca, y Libertades civiles.

Raul Romeva interviene en el Parlamento Europeo (diciembre 2010)

Raül Romeva interviene en el Parlamento Europeo (diciembre 2011)

 – Raül, ¿cual es el debate más caliente dentro del Parlamento Europeo para los próximos meses?

Se está discutiendo un nuevo acuerdo intergubernamental que pretende estabilizar la zona euro. Este acuerdo, que se realiza fuera de las instituciones europeas, es conocido como el pacto fiscal, aunque en realidad es un acuerdo internacional para limitar el déficit y la deuda pública de los estados de la eurozona y aplicar políticas económicas de contracción del déficit y la deuda, las cuales son pro-cíclicas y empeoran la crisis económica. El directorio Merkozy propone un un tratado inaceptable, que sólo trae más recortes y más pobreza para los países, y no sirve para salir de la crisis. No se introducen eurobonos, ni armonización fiscal, ni un impuesto sobre las transacciones financieras.

Frente a este pacto, el Parlamento Europeo se enfrenta a un doble reto: buscar soluciones a la crisis económica que generen empleo y bienestar y reivindicar el rol legítimo y democrático del Parlamento Europeo en el proceso de integración económica de la Eurozona.

La única respuesta posible a la crisis pasa por Europa. Necesitamos más Europa y más gobernanza económica, pero ésta debe ser democrática y debe buscar la creación de empleo y la justicia social. Continuar consolidando las políticas de austeridad y disciplina fiscal no hará más que agravar la recesión

– Los Verdes en el Parlamento Europeo apoyan el impuesto sobre transacciones financieras. ¿Están a favor también de los eurobonos?

El impuesto sobre las transacciones financieras es una propuesta histórica de ATTAC y otros movimientos sociales, que busca fundamentalmente reducir la especulación financiera. Desde Verdes/ALE en el Parlamento Europeo siempre hemos defendido esta propuesta.

Igualmente, la tasa sobre transacciones financieras no es suficiente para solucionar la crisis de la deuda soberana. Por ello proponemos otras opciones complementarias como por ejemplo los eurobonos. Concretamente nuestra propuesta es la de establecer un Tesoro Europeo capaz de actuar y emitir eurobonos que permitan aumentar el atractivo del mercado de deuda soberana europea convirtiéndolo en más líquido y resistente. Dicho tesoro debe establecerse como un instrumento comunitario (más que intergubernamental), democráticamente responsable ante el Parlamento Europeo, que absorba la función del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera actual como instrumento de respuesta a la crisis.

– Si se aprobase el acuerdo tal y como está, ¿qué margen de acción les dejaría a los gobiernos?

La regla de oro de este nuevo tratado (eso es, introducir un límite para el déficit y la deuda pública en las constituciones o equivalentes) es de hecho lo mismo que ya se hizo en España de forma escandalosa cuando entre PP y PSOE cambiaron la Constitución sin acuerdo de nadie más. Sin embargo, el nuevo Acuerdo pide que se incluya en la constitución mecanismos de ajustes automáticos (por ejemplo, que si la deuda sobrepasa el 60% del PIB ésta se reduzca en un ratio de 1/20 por año). El margen de acción política se reduciría. De hecho no estamos viviendo un proceso de cesión de la soberanía estatal a favor de una unión monetaria y política, sino a favor de los mercados. La inversión pública es vital para contrarrestar la crisis, y este acuerdo ata las manos de los gobiernos para aplicar políticas de endeudamiento necesarias para reactivar la economía. Se quiere cristalizar por la vía legal la doctrina neoliberal.

Raül Romeva continúa hablando de este tema en su blog (en catalán): “Un acuerdo intergubernamental inútil y peligroso“.

Equomunidad: qué aprender de otras comunidades online (como Stack Overflow)

Jeff Attwood es el creador del sitio web “Stack Overflow”, una comunidad de programadores informáticos en la que la gente se suscribe, hace una pregunta técnica, y recibe respuestas. Todos los usuarios pueden votar tanto las preguntas (calificándolas así como más o menos relevantes) como las respuestas (calificándolas así como más o menos acertadas). En función de la calidad de sus preguntas y respuestas los usuarios acumulan una puntuación, una especie de índice de reputación.

La página de “Stack Overflow” dice:

“Nosotros (los creadores) no gestionamos esta página, la gestionas tú. Stack Overflow se construye y mantiene colaborativamente por tus colegas programadores. Una vez que el sistema aprende a confiar en tí, podrás editar cualquier cosa, como en Wikipedia. Con tu ayuda, podemos construir buenas respuestas para cualquier cuestión sobre programación.

¿Quién modera Stack Overflow?

Creemos que la moderación empieza en la propia comunidad, así que además de los privilegios que otorga la reputación, celebramos periódicamente elecciones a moderador. Si el sitio no es tan grande como para poder tener unas elecciones, nombramos de entre la comunidad a quienes podrían ser moderadores.”

El objetivo de este texto es extraer algunas ideas sobre qué podemos aprender en Equo de este modelo participativo de gestionar una comunidad online, y ver cómo podríamos aplicarlo a nuestra Equomunidad.

La reputación

La reputación en Stack Overflow es el número de votos que tienes. Sirve como indicador de varios aspectos: la confianza que la gente tiene en tí y en tus opiniones, tus habilidades de comunicación, y la calidad y relevancia de tus preguntas y respuestas.

¿Funcionaría un sistema así en la Equomunidad, en la que la gente pudiera votar a favor y en contra de las opiniones? En el sistema instalado en estos momentos ya se puede votar a favor y en contra de los comentarios. Este sistema estaba ideado para detectar y silenciar a los trolls, análogamente a Menéame, pero no parece estar teniendo el efecto deseado. Cuando en la Equomunidad un usuario tiene una opinión que no es respaldada, obtiene un buen número de votos negativos, sin que esto signifique que sea un troll, sino que la gente sencillamente no está de acuerdo.

Dentro de un contexto de discusión política abierta en el que hay continuamente ideas a favor y en contra, ¿puede servir un sistema de votos para medir la confianza recíproca entre los usuarios?

La moderación

Stack Overflow tiene 771.000 usuarios registrados, y 12 moderadores. ¿Cómo es posible gestionar una web de discusiones en la que cada moderador tiene que hacerse cargo de los comentarios de 64250 usuarios de media?

Para Jeff Attwood esta pregunta tiene una respuesta anti-intuitiva. En su artículo “Una teoría de la moderación” (en inglés) dice que el objetivo es que los moderadores hagan “lo menos posible”.

El sistema de moderación está basado en la reputación. Los 12 moderadores iniciales son los moderadores generales del sitio web, pero todos los usuarios pueden alcanzar cierto poder de moderación en función de su reputación. Cuantos más puntos tengas, más cosas puedes hacer. De esa manera se divide el coste de la moderación entre toda la comunidad: si cada uno modera un poco, entre todos moderan todo.

La moderación comienza cuando los usuarios marcan un tema con el flag “necesita moderación”. El moderador verá esta señal, y le echará un ojo al hilo. En función de lo que vea podrá actuar de diferentes maneras, llegando incluso en el caso de ver comportamientos intencionadamente dañinos, a suspender temporalmente a quienes los realizan. Si se persiste en el comportamiento, se llega a borrar la cuenta.

Imaginemos que existiera un sistema similar en la Equomunidad con un ejemplo: sólo los usuarios que tengan cierto nivel de reputación podrían editar los wikis, de forma que la propia comunidad otorgaría un nivel de confianza a determinados usuarios para construir textos. Con una moderación colaborativa no haría falta una Comisión de Coordinación: los usuarios que tuviesen la confianza suficiente de la comunidad podrían tomar las medidas necesarias para suspender o eliminar usuarios.

Una comunidad que se modera a sí misma. ¿Funcionaría?

El liderazgo... depende del líder

Las elecciones

Cuando el sitio es lo suficientemente grande, se hacen elecciones a “moderadores generales de la comunidad”. El proceso que Stack Overflow plantea es el siguiente:

– 7 días para las nominaciones. Los usuarios que tengan un nivel mínimo determinado de reputación (300 puntos) se pueden postular como moderadores. Los 30 candidatos que tengan el mayor nivel de reputación pasan a la siguiente fase.

– 4 días para las primarias. Ahora sólo votan quienes tengan más de 150 puntos de confianza. Los 10 primeros candidatos pasan a la siguiente fase.

– 4 días para las elecciones. Todos los usuarios con más de 150 puntos pueden dar 3 votos: primera, segunda y tercera opción. Los votos son privados, pero el fichero del recuento sin nombres es público. El proceso acaba con la elección de 3 moderadores.

Aquí aparece un buen conocido de muchos miembros de Equo, el Voto Único Transferible, para realizar el recuento final. El software con el que se realiza el recuento es libre y se llama OpenSTV Demochoice:

El juego

La experiencia de Stack Overflow en la autogestión de una comunidad es muy extensa, y seguramente de para posteriores apuntes en este blog. Para acabar, quiero quedarme con la idea de la “gamification”. El objetivo del sistema es equiparable a crear un juego, en el que haya unas normas y unos puntos a ganar que son la confianza de la gente, un juego que nunca termina. Para Jeff Attwood el hecho de crear un “juego” es uno de los motores para crear una comunidad sostenible.

La Equomunidad es nuestro juego.

Entendiendo Equo en el contexto de las redes sociales (I)

Ismael Peña-López (@ictlogist) es profesor en la Universidad Oberta de Catalunya, está doctorado en “Sociedad de la Información y el Conocimiento”, investiga en Informática para el Desarrollo, y escribe entre otras muchas cosas un blog llamado “Sociedad Red“. En él publica esta entrada llamada “Twitter y redes sociales: el lobby descentralizado“, que me ha parecido muy aplicable a la génesis de Equo como partido político “de nuevo corte”.

Explicaré en detalle qué aspectos me parecen destacables y qué conclusiones saco, dividiéndolo en dos partes, las ventajas del uso de las redes sociales, y los problemas a superar.

La Equomunidad es un sitio

El artículo comienza aclarando que las redes sociales son sitios, no entes en sí mismos. En ocasiones se menciona “Twitter dice“, o “los internautas opinan“, y esta apreciación es incorrecta. Twitter es un sitio, donde algunos twitteros dan una opinión, pero nunca una organización. De igual manera “los internautas” no son una especie aparte, sino que son gente de carne y hueso actuando en un ámbito determinado.

Pueden comenzar aquí las comparaciones con Equo, en particular con la “Equomunidad”, su red social. La Equomunidad no es un ente aparte, sino que es un sitio, un lugar, donde la gente que participa en Equo se expresa. En ocasiones también yo he utilizado incorrectamente la expresión “la Equomunidad opina” cuando debería de haber dicho “los miembros de Equo opinan a través de la Equomunidad“.

No existe por tanto una dicotomía entre “Equomunidad real” y “Equomunidad virtual”. Tanto las asambleas físicas como la web www.equomunidad.org son espacios, y no entes, que los miembros de Equo ocupan. Considerar que existen dos Equomunidades sería por tanto un error de concepto, cuando en realidad sólo hay una y se expresa en un ámbito o en otro.

Democratizando la generación de opinión

Peña-López afirma a continuación que:

Los medios sociales han democratizado la generación de opinión y la creación de grupos de presión. Atrás queda la necesidad de crear costosas infraestructuras como partidos, sindicatos, medios de comunicación (tradicionales), asociaciones, etc. Que los representantes sindicales, los lobbies de la patronal o los columnistas de los medios puedan sentirse agraviados por el “intrusismo” de las “redes sociales” y vean su opinión perder peso e influencia no es sino un ejemplo más de la crisis de las instituciones en una Sociedad Red.

Al igual que ha sucedido para el resto de la sociedad, dentro de Equo también se ha democratizado la generación de opinión. Teniendo en cuenta que Equo es de reciente creación, podemos decir que aquí siempre ha sido así. Gracias al muro de Facebook de Equo, al ecosistema Twitter que crece en torno al partido, y a la Equomunidad que pone en contacto a todos los integrantes, es fácil auto-organizarse, establecer grupos de afinidad, y realizar acciones coordinadas.

¿Hay alguien en Equo que se sienta incomodado cuando su opinión es contrariada en las redes? Habrá que acostumbrarse, pues en un contexto cada vez más abierto todas las opiniones van a estar sometidas al escrutinio público tarde o temprano.

La eficiencia de los medios sociales al hacer política

Sobre la influencia de los medios sociales, Peña-López dice:

Los medios sociales hacen más eficaz y eficiente la acción colectiva, ya sea para hacer una reivindicación ciudadana ya sea para compartir recetas de cocina. Las Tecnologías de la Información y la Comunicación son eso y no más: hacen más eficiente (menos recursos en infraestructuras y tiempo para el mismo fin) y más eficaz (conseguir más objetivos) todo lo relacionado con informar e informarse y todo lo relacionado con comunicarse unos con otros. Y eso es, en esencia, el ejercicio de la ciudadanía y la base de una buena democracia. Oponerse al uso de las redes sociales en el ámbito de lo público es preferir una democracia menos eficaz y menos eficiente.

¿Son los medios sociales también más efectivos para hacer política?

Permiten intercambiar más ideas, más rápido y con menos recursos. Por esa parte, podría considerarse que sí. Sin embargo, si nos planteamos conducir un debate político que exija llegar a acuerdos y a consensos, probablemente sea necesario aportar algo más que tecnología. Quizá incluso la tecnología sea secundaria, y lo más importante sea tener un buen método de discusión.

Pongamos que queremos consensuar una nota de prensa sobre un tema polémico y en el que no haya unanimidad. Si se deja fluir el debate es posible que surjan defensores de posturas contrarias que no sean capaces de llegar a un acuerdo. Para lograrlo, habría que establecer un mecanismo: enviar un primer borrador, realizar correcciones, luego discutir únicamente los puntos conflictivos, proponer cambios concretos, y finalmente, si no hay acuerdo, votar. Este proceso, uno de muchos posibles, puede hacerse indistintamente en persona, en Facebook, en una lista de correo o en una herramienta creada al efecto. La tecnología en este caso aportaría la rapidez y la posibilidad de debatir entre personas que están en diferentes sitios, pero lo más importante sería lograr un buen proceso.

Dentro de Equo, y en coherencia con esa intención de ser un partido “del siglo XXI”, podría establecerse ese proceso con la Equomunidad virtual como soporte tecnológico.

Pensar globalmente, actuar localmente… y más

Una tercera ventaja que Peña-López ve en el uso de las redes sociales es la mayor posibilidad de generar masa crítica:

Por último, y eso lo conocen perfectamente los enfermos crónicos de enfermedades raras, los medios sociales consiguen generar masa crítica allí donde en términos estrictamente geográficos hubiese sido imposible. Lo que era marginal en una comunidad puede acabar siendo relevante si conseguimos aglutinar a todos los interesados: y eso, los medios sociales lo están consiguiendo en todos los terrenos. Se hace posible el conocido mantra de pensar globalmente y actuar localmente, así como el repetido hay que gobernar para todos, para la mayoría y para las minorías.

De este párrafo me parece fundamental la superación de lo geográfico. Tomemos como ejemplo a un grupo de personas dentro de Equo interesadas en un tema marginal, pero que tenga relevancia dentro de la ideología verde (como puede ser el citado de las enfermedades raras). Se puede entender que sea imposible formar una corriente de opinión si los interesados están desperdigados por los diferentes territorios. Tienen que superar los límites geográficos para ponerse en contacto y más tarde coordinarse, y eso lo hacen a través de los medios sociales.

Se hace posible el “pensar globalmente y actuar localmente”. En mi opinión, esa superación de las fronteras físicas es una forma de trabajo más acorde con el espíritu ecologista que otros métodos tradicionales presenciales.

Yendo un poco más allá, permite también la superación del propio lema verde, pasando a un “pensar globalmente, y actuar localmente, y actuar globalmente también“.

Continúa en: Entendiendo Equo en el contexto de las redes sociales (y II)

¡Hola mundo!

En informática cuando aprendes un nuevo lenguaje de programación, lo primero que haces es el “Hola Mundo”, un pequeño programa que sólo escribe ese texto en pantalla, para confirmarte que el sistema está bien instalado y que puedes empezar a desarrollar.

Quiero decirle hola al mundo desde este blog presentándome personalmente y haciendo un breve repaso de qué visión tengo sobre Equo. Pretendo utilizar este blog para hablar de política, en concreto de política verde, y más en particular, de política dentro del que tiene que ser el partido verde de referencia en España: Equo.

Quiero hablar del día a día de la construcción de esta alternativa política, analizar lo que se está haciendo, y aportar al debate abierto mi opinión.

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En un contexto ecologista, global por definición, tiene sentido saludar al planeta, así que allá voy. ¡Hola, mundo!