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Renta básica, reforma del Senado, reparto del trabajo: lo más debatido del programa de EQUO

La construcción del programa electoral sigue adelante. En esta fase ya existe un primer borrador completo, que está siendo sometido a discusión. Los tres temas más debatidos de la misma son los siguientes:

  • Para el Senado, considerado por las intervinientes como inútil, hay dos opciones sobre la mesa: eliminarlo, o encontrar un modelo bicameral que funcione. Por ejemplo cambiando la forma en la que se eligen representantes. Acceder al debate sobre Democracia y Libertades.
  • ¿Cómo se compaginaría implantar una Renta Básica con el sistema de pensiones? Hay dos opiniones encontradas: que la renta básica sustituya a las pensiones, o que se mantengan de forma paralela. Enlace al capítulo “Asegurar los derechos”.
  • ¿Es posible repartir el empleo público existente? El borrador propone “impulsar el reparto del trabajo en el sector público”, lo que significaría transformar 20 puestos de 40 horas semanales, en 25 puestos de 32 horas. Continúa en el apartado sobre el modelo de producción.

Otros aspectos del programa, como la sección sobre Cultura, no han tenido aún debate. La discusión continúa en la Equomunidad.

 

 

¿Cómo hacer que participar en política sea un juego?

Apaga por un momento el telediario que te pone de mala leche. La política no tiene por qué ser así, de enfado y puñalada trapera. Puede ser un reto intelectual, puede ser una alegría encontrar gente dispuesta a cambiar el mundo como tú, puede ser incluso divertido… ¿de verdad? Quizá, si hacer política fuese como un juego…

Cuando se plantea un juego es más atractivo participar. Engancha. Lo saben bien los supermercados cuando te dan puntos por tus compras. Lo experimentas cuando sales a correr a competir contra tu mejor tiempo. Lo saben los que aplicaron la “Fun Theory” en estas escaleras.

Convertir cualquier cosa en un juego, o más técnicamente, integrar técnicas propias de juegos en aplicaciones “serias” para hacerlas más atractivas, se llama “gamificar”. ¿Se puede gamificar la participación politica?

En la Equomunidad tenemos ya un pequeño juego y una clasificación: los usuarios recibimos 5 puntos cuando iniciamos un debate y 2 cuando hacemos un comentario.

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Cómo gamificar la participación política

¿De qué otra manera se podrían ganar puntos? Premiemos los comportamientos que queramos promover.

  • Si queremos que la gente escriba, demos puntos por escribir. Pero si queremos que escriban bien, tengamos en cuenta la puntuación de los comentarios y hagamos una clasificación con los comentaristas mejor valorados.
  • Y que sólo tenga en cuenta los comentarios de los últimos 3 meses, en lugar de todo el histórico. Así no se podría vivir de las rentas y estaríamos estimulando la producción de buenos comentarios de forma continua.
  • ¿Valoramos a los lectores silenciosos, que leen pero no comentan? En mi opinión sí, y darles puntos por leer los debates ayudaría a diferenciarles de los usuarios no activos.
  • Un grupo de voluntarios pasa el fin de semana tras una mesa en la calle informando a los paseantes de la existencia y propuestas de Equo. Algunas asambleas de Equo contabilizan ya esas horas en sus Bancos de tiempo a modo de cuota. En la plataforma online también ganarían puntos todas aquellas que participasen en determinadas actividades.
  • Una de las técnicas clásicas de gamificación son los distintivos (“badges”) que se otorgan los usuarios unos a otros. Imaginemos algunos… “For President” para quien hace un comentario acertado y con carisma; “Pesado” si se repite mucho; y “Consensual” cuando soluciona debates con propuestas de amplio acuerdo.

Pongámonos serios y hablemos de juegos.

El proceso de toma colaborativa de decisiones no puede cambiar cada vez y con cada grupo que se junte. Existe un “mejor proceso” y es necesario encontrarlo y formalizarlo. Busquemos después lo que lo hace interesante, y probemos diferentes elementos de gamificación. Estaremos así diseñando una plataforma en la que la gente querrá participar todos los días, y no sólo si somos el partido de moda.

La gamificación política está comenzando y sería un estupendo valor añadido para ésta, nuestra Equomunidad.

De la protesta a la propuesta: ¿qué significa ser verde en 2015?

Las reivindicaciones ecologistas asociadas al mar pueden ser vistas como más “tradicionales”, pues fueron precisamente las primeras. Por ejemplo, la oposición a la caza de ballenas y la protesta frente al vertido de residuos en el mar.

Según las verdes se fueron planteando los porqués de estos problemas fueron complementando su visión con una crítica a ese sistema que generaba los residuos. En 2015 la propuesta ecologista es capaz de plantear un modelo alternativo de sociedad casi completo.

A continuación expongo cuatro ideas que, en mi opinión, reflejan bien esta transición ecologista de la protesta a la propuesta.

– La lucha contra los residuos se ha ido transformando en una apuesta por la economía circular. Ya no se trata sólo de que la basura no llegue al mar, sino de separar y reutilizar todos sus componentes, cuestionando la propia definición del término “basura” para conseguir Cero Residuos.

– La mejor defensa activa contra las decisiones de los oligopolios es la democracia participativa. Esta propuesta va de la mano de la tecnología para la participación, que incluye no sólo aplicaciones móviles, sino también la lucha contra la brecha digital.

– Cuando pasamos de la oposición a las energías sucias a la propuesta de energías verdes, y lo combinamos con la crítica a los oligopolios, surgen nuevos personajes en el bando ecologista: los emprendedores verdes. Hacen falta empresarias dispuestas a cambiar el paradigma por el que el principal objetivo de una empresa sea ganar dinero, y lo transformen en emprendedurismo social, ambiental y económicamente sostenible.

– Protestar puedes hacerlo solo. Pero para que las propuestas funcionen, necesitamos funcionar en equipo. Esto ocurre por ejemplo desarrollando software libre, y en general bajo la filosofía de “los Comunes”. Muchas personas comparten conocimiento de forma abierta, apoyándose mutuamente en la construcción de una sociedad mejor.

Y para ti, ¿cual sería tu transición favorita de protesta a propuesta?

Pongamos que se llamaba Francesc

Barcelona, agosto, estación de Cercanías de Plaça Catalunya. Como buenos turistas llegamos cargados de maletas y tratamos de orientarnos buscando la línea adecuada y dónde sacar el billete. Un señor de unos 50 años, en camisa y corbata, se acerca a ayudar. Pongamos que se llama Francesc.

Francesc pregunta si vamos a pagar con efectivo o con tarjeta, porque las máquinas expendedoras que están al lado sólo admiten tarjeta.

– ¿A dónde vais?
– A Premià
– Pues muy fácil. Billete de ida, a Premià, dos personas – dice Francesc mientras pulsa rápidamente las opciones correspondientes en el terminal.
– Ah, pues muchas gracias.
– Lo tenéis en la vía 1, cualquiera que vaya a Sant Vicenç os llevará.
– Estupendo, gracias.
– A mí no me paga Renfe, sólo estoy aquí para ayudar.

Comprendo. Busco una moneda de 1€ y se la doy. Francesc lo agradece, y se gira para atender a un grupo de chicas, preguntándoles: ¿hablamos en inglés o en ruso?

Rodalies Plaza de Catalunya.

Tengo sensaciones encontradas. Por un lado odio ser el turista despistado, a merced del primero que se acerque a ofrecerme llevarme la maleta aún sin yo quererlo. Me fijé que Francesc no tenia ningún logotipo en la camisa, ninguna identificación, pero me dejé llevar por su actitud de ayuda. Aun así, me siento engañado. Por otro lado, Francesc se ha estudiado los horarios, me ha ofrecido un servicio que necesitaba, y lo ha hecho mejor que Renfe. Ha sido capaz de poner su conocimiento en valor. ¿Hablará realmente ruso? Reconozco que se lo ha currado.

¿Sería esta actividad sostenible sin engañar al turista? Unos metros más allá hubiésemos encontrado la taquilla y preguntado a una persona a la que quizá le paguen por hacer ésto mismo, aunque detrás de un cristal.

¿Es 1€ un precio exagerado por un servicio así? Y si lo es, ¿que cantidad podría ser adecuada para convertir esta especie de limosna en un empleo digno? 100 turistas diarios, a 50 céntimos cada uno, 22 días al mes… con 1.100€ da para pagar autónomos.

Creo que habría que apoyar a Francesc. Aunque sea casi economía sumergida, ilegal. Un tipo súper reducido de autónomos permitiría formalizar esta actividad, y que gente como Francesc, que demuestra su capacidad de buscarse la vida ante las dificultades, tenga una retribución digna, y pase de pedir limosna a ofrecer un servicio al público.

Apadrina a un gurú

El estilo de comunicación de EQUO en los últimos meses intenta ser muy cercano al lenguaje popular, tirando de memes, de vocabulario informal, y de imágenes llamativas. Este registro, alejado de la diplomacia habitual de las notas de prensa, consigue reacciones más polarizadas. Aparecen personas “muy fans”, y a la vez es muy sencillo pasarse de la raya y pisar callos a diestro y siniestro. Ayer la campaña de crowdfunding “Apadrina un friki” para pagar a un informático me los pisó a mi.

Dignificar la profesión informática

Soy informático, soy ingeniero técnico y soy friki. Soy una “persona informática experta”, como señala el email, aunque creo que no “practico desmesurada y obsesivamente mi afición”, como apunta la RAE. Sí que utilizo habitualmente el término friki cuando hablo con colegas, en especial cuando me quiero meter con ellos.

Pero no me gusta que fuera de mi círculo profesional se refieran a mí así, y menos aún en público, y menos todavía cuando se habla de capacidades profesionales. Cuando pongo en valor mis conocimientos soy un experto, un especialista, o si se quiere usar un término callejero, un “gurú“. Pero no un friki.

El problema de fondo es el insuficiente respeto y entendimiento de la profesión informática. Desde luego no es exclusivo de Equo, ni de España. En Bruselas si has estudiado Ciencias Políticas puedes llegar a Director General, pero si eres informático los jefes siempre serán otros.

La informática es fundamental en política

La informática puede ser vista como algo accesorio, que ayuda a que hagamos las mismas cosas de siempre de forma más eficiente. Sin embargo para mi es algo fundamental y estructural: ayuda a hacer cosas nuevas, de maneras nuevas. Las personas con conocimientos informáticos pueden ser frikis que le den a la web una “capa de chapa y pintura”, o pueden ser arquitectos de la información y estrategas de la sociedad-red. Pueden crear simples webs, o sistemas de democracia digital.

En Equo nos falta, en general, comprender el valor añadido diferencial que aporta la informática. Deberíamos de estar construyendo un sistema de democracia participativa, y sin embargo la mayor parte de las carencias que tenía la Equomunidad cuando se lanzó hace ya 4 años siguen ahí. Hacer bromas sobre la gente que allí se pierde puede parecer informal, pero lo que ya no hace tanta gracia es abrir la lista de últimos usuarios registrados y no ver más que zombies coruñeses.

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Me molesta el uso del término friki. La parte positiva es que por fin tendremos una persona contratada para ocuparse de los temas informáticos. Que sea nuestro gurú.

4 criterios para identificar la “nueva política”

Hay quienes defienden que hacen política de una forma diferente. Hay quienes dice que de qué van las anteriores. Si cada persona tiene una definición propia de “nueva política” es improbable que nos pongamoas de acuerdo.

En esta entrada intento formalizar un poco el concepto, de forma que podamos seguir tirándonos los trastos pero con mayor precisión. Subrayo cuatro ideas que creo que caracterizan lo que es “nueva política”.

Mujeres

Un nabo detrás de otro, por mucho que estén proclamando la revolución, no están haciendo nada nuevo, tan solo perpetuar el modelo en que los hombres somos los que nos encargamos de la res pública. “No hay más vieja política que la hecha sólo por hombres” (Rosa Martinez dixit). Un ejemplo de nueva política son las co-portavocías paritarias, como la de Equo, y la reciente de Ahora en Común.

Streaming

Una reunión a puerta cerrada es más de lo mismo. Difundir una asamblea en streaming, aunque poca gente la aguante entera, es hacer las cosas de una forma diferente, en este caso abierta.

Para que este aspecto funcione no es suficiente transmitir una asamblea: si todo el trabajo se hace en cerrado, habrá quien se queje de que publicar la asamblea es mostrar las cartas, y con razón. Por eso hay que trabajar continuamente en abierto, haciendo uso de los medios de comunicación necesarios en cada momento.

Círculos

Si vamos a una reunión política y nos ponemos todos mirando para la mesa presidencial, no es nueva política. En cambio, sentarnos en círculo, todas al mismo nivel, sí lo es.

Antes de que llegasen los dichosos círculos de Podemos andaba yo pidiendo mover las sillas para crear asambleas circulares en Equo. Pero no espabilamos, nos adelantaron y se apropiaron de un elemento que parcialmente teníamos. Sentarse en círculo es romper las jerarquías, es reforzar al individuo en detrimento del comité central.

Partidos menos protagonistas

Si no está la ciudadanía de forma independiente, no es nueva política. Una candidatura en la que muchos partidos pactan es una coalición más. Sin embargo, un grupo de independientes formando parte y liderando una candidatura que muchos partidos apoyan, es algo diferente y nuevo.

El privilegio de poder hacer política por estar afiliado a un partido va desapareciendo. Igual que en las redes sociales puedes encontrar tu espacio para opinar y organizarte sin necesidad del carnet del partido, en las nuevas organizaciones también.

Si empezaste simpatizando y al cabo de un tiempo te afiliaste, recuerda que esto no va sobre ti, sino sobre los que se siguen acercando aun con recelo como una vez hiciste tu.

¿Qué otros elementos añadirías como definitorios de la “nueva política”?

4 debates sobre el programa en la Equomunidad

Continúa el debate sobre el programa en la Equomunidad. En una vista rápida, estos 4 temas son algunos de los que han suscitado más comentarios hasta la fecha. ¿Estás de acuerdo con lo que se plantea?

¿Es culpable el pobre de su pobreza?

Pedro Fuentes, en el apartado 5.8 del programa sobre exclusión social, señala que en el imaginario colectivo el pobre es considerado como el culpable de su situación. ¿Es así? ¿Qué podemos añadir en nuestro programa electoral al respecto? – Vulnerabilidad social.

Prohibir la caza de lobos. Promoción de métodos alternativos a la experimentación con animales.

Stefan Meyer lanza en el apartado 4.8 sobre Derechos de los Animales una lista de propuestas, que también incluye recuperar los muladares para la alimentación de las aves carroñeras y prohibir nadar con delfines y leones marinos. – Bienestar animal y derechos de los animales.

Aumentar la presión fiscal. Quitar el límite al déficit público.

Estas son las dos líneas principales del apartado 10.3 que Maite Pozo expone en la Equomunidad: subir la presión fiscal hasta alcanzar la media de los países en la zona Euro y eliminar el límite del déficit ahora situado en el 0,4% del PIB. – Fiscalidad para la Equidad y la Sostenibilidad

El suelo: ¿urbanismo o recurso natural?

Carmen Molina y Jorge Lozano comentan que las propuestas de este apartado van más hacia la parte de urbanismo y territorio que a la parte de gestión del suelo como recurso natural. Carmen va más allá y propone añadidos para gestionar suelos agrícolas destinados a la producción de alimentos. – Gestión del suelo

 

Lo que aprendí de Economía en mis primeros pasos en un Banco de Tiempo

En un Banco de Tiempo la moneda es la hora. Si en mi cuenta tengo 10 horas, puedo emplear una de ellas por ejemplo en una persona que me de un breve curso sobre cómo redactar mejor mi currículum. Le pagaré con una hora, y esa persona podrá emplearla en obtener otro servicio de otra persona, por ejemplo alguien que le instale lámparas en casa, y así sucesivamente.

Este modelo de intercambio de servicios busca alejarse de los intercambios monetarios, y dar un valor igualitario a lo que cada persona puede ofrecer. En principio una hora es igual para todas. Varias asambleas territoriales de EQUO están experimentando también con adaptaciones de “Bancos del Tiempo” para que las contribuciones en forma de tiempo dedicado al trabajo político sustituyan a la cuota monetaria de membresía.

Recientemente Pau Simó nos dió el soplo a los Bruselitas de Equo de un Banco de Tiempo activo a través de Internet: TimeBank.cc  Era mi oportunidad para probar cómo funcionaba, y me apunté diciendo vagamente que podía ofrecer servicios relacionados con la Informática. Al poco encontré un anuncio de una persona que buscaba ayuda para instalar una web y me ofrecí. Hace unos días obtuve mi primera hora por ese trabajo y en breve vendrá la segunda por una ampliación del mismo.

Hasta ahora no había reflexionado en detalle sobre el funcionamiento de este sistema. Después de haberme metido de lleno en él quiero presentar cuatro ideas, cuatro “lecciones básicas de economía” que han surgido en estos días.

El mercado de tiempo

La primera cuestión a responder es “qué sabes hacer”. Y más concretamente, ¿qué sabes hacer que le vaya a venir bien a los demás? Puede que tenga un conocimiento muy especializado de cocina, pero ¿cómo lo vendo?, ¿cómo me vendo?. La primera fase del Banco de Tiempo es un zoco, un foro donde debo llamar la atención sobre lo que ofrezco y convencer a alguien que lo acepte: un mercado.

Al crear tu cuenta tu número de horas está a cero. Cuando una persona requiera de tus servicios y los des, tendrás una hora, pero hasta ese momento tu economía estará parada. Aquí llega la segunda lección: la necesidad de que se mueva el dinero, sean euros u horas, para que la economía funcione.

¿Qué ocurre cuando una persona comienza a acumular capital? Por ejemplo si realiza servicios a la comunidad y va almacenando horas, pero no las usa. Este modo de “ahorro” está bloqueando el funcionamiento de la economía de tiempo. ¿Sería posible desanimar este comportamiento? Por ejemplo estableciendo que de cada 10 horas que se tengan, se requisa 1 para ponerla de nuevo en funcionamiento. Una especie de impuesto a las grandes fortunas.

La última consideración gira también en torno al arranque de la economía. Al empezar la participación con cero horas, es imprescindible prestar primero un servicio antes de poder recibir uno. Este Banco de Tiempo no permite que te endeudes, esto es, que recibas un servicio cuando no tienes horas en tu cuenta. Y sin embargo, una pequeña deuda sería muy positiva a la hora de activar la economía…

Los brazos (temáticos) de EQUO

Mucho más que grupos de trabajo

Hace unos días la Ejecutiva de EQUO enviaba una circular anunciando un nuevo impulso para los grupos de trabajo, liderado por la co-portavoz Rosa Martínez, Aitor Urresti, y Sergio Aguilar.

Pero son mucho más que “grupos” y hacen mucho más que “trabajo”. Son más bien Asambleas Temáticas, abiertas a quien quiera aportar a un tema determinado. Si los grupos territoriales son las piernas de EQUO, que nos sujetan, nos mantienen con los pies en la tierra, y nos hacen caminar, las asambleas temáticas son los brazos de EQUO, los que permiten alcanzar más arriba, construir nuestro espacio, mover las cosas.

Aportar y aprender desde ya

Una conversación típica con quien llega nueva a EQUO contendrá muchas veces una invitación a unirse a un grupo de trabajo. “¿Qué tema te interesa más? Habla con las coordinadoras de ese grupo y empieza a participar ya”. En el grupo hay afiliados, simpatizantes, y expertos, todos trabajando al mismo nivel, y en temas de relevancia, dado que lo que se discute y decide en el grupo es propuesto como opinión oficial de EQUO. La simpatizante que entra, y ve qué significa la horizontalidad puesta en marcha, tiene muchas probabilidades de afiliarse en breve.

Una asamblea temática activa es un lugar de aprendizaje. Tenemos la suerte de contar con personas de gran experiencia, que van al grupo no a imponer, sino a compartir su conocimiento. Para quien tenga interés, pero no conozca los temas en profundidad, formar parte de un grupo le servirá para descubrir. A base de participar en los debates, o incluso sólo de leerlos, se logra cohesionar el pensamiento común de la organización. Y así es como se consigue que no digamos una cosa en un sitio y otra diferente en otro, sin necesidad de una cúpula que imponga mensajes.

Una asamblea temática nos permite crecer en red. Mientras el partido en conjunto debe simplificar los mensajes para el público en general, los grupos pueden dirigirse a públicos especializados con un discurso profundo y potente, y buscar nuevas adhesiones entre las más exigentes que demandan posicionamientos sólidos y no meras florituras verbales.

Las asambleas temáticas pueden ser muy útiles para los futuros cargos municipales y autonómicos de EQUO, al igual que para Florent en Bruselas. Nuestras representantes se verán enfrentadas a cientos de temas diferentes, pero ¿cual es la posición oficial de EQUO en cada uno de ellos? Siempre será más efectivo preguntarle al grupo correspondiente que no construir un posicionamiento desde cero. Un buen ejemplo de inteligencia colectiva en acción.

La motivación del trabajo de base

Nuestros brazos temáticos permiten la participación desde cualquier lugar y en cualquier momento. La Equomunidad es el soporte tecnológico de las asambleas temáticas, y está en estas fechas recibiendo un buen lavado de cara. Pero más importante que la parte técnica es la parte humana.

Quien trabaja en la base lo hace de forma desinteresada. ¿Qué obtiene a cambio? ¿De donde saca la motivación? Según el escritor Dan Pink, que ha recorrido la literatura científica al respecto, hay tres factores determinantes:

  • El primer factor es la autonomía. Es la diferencia entre un sistema en el que llega un jefe y nos dice “hay que hacer esto” y otro en el que decimos “queremos hacer esto otro”. Es un factor inherente a la horizontalidad.
  • El segundo es la satisfacción de ver cómo mejoras. El debate, el análisis de la actualidad, la toma de posiciones que se realizan en un grupo nos ayudan a mejorar nuestros conocimientos y a afinar nuestras propuestas. Saber cada vez más sobre un tema y sobre cómo plantearlo mola.
  • Por último, es importante que el trabajo que se haga tenga sentido, que sea una contribución relevante. ¿Cómo podríamos cargarnos un grupo? Lo más sencillo es no hacer ni caso de lo que digan, ¿para qué va la gente a colaborar, si cada propuesta de nota de prensa que hace el grupo se ignora desde Comunicación? Al revés también funciona, ¿cómo reforzar a un grupo? Haciendo que su trabajo tenga visibilidad, que valga para algo.

Y no hace falta mucho más. Basta con dejar a la gente trabajar en lo que le interesa con la motivación adecuada. La CEF sugería elegir tu área temática favorita (Democracia y Libertades, Derechos y Equidad, Transición ecológica de la economía) y permanecer al tanto. Hazlo en la Equomunidad.

I support Über in Belgium

Great ideas are born like this: some people need something that is not available yet, and instead of surrendering to the situation, they turn it upside down and make it possible, and available to others. These are the innovators.

Über is an innovative idea and it was born like that. Some people needed a car but they didn’t have one, and wondered: what if we could pay someone to give us a ride, as if they were our private driver just for a bit? Now there is an app that allows you to do the same: you ask for a driver, specify a destination, see the estimated cost, and can watch on the map where your car is, how long it will take to pick you up, and even the driver’s profile.

Über

Über

Über is a good opportunity for people that have a car but don’t have a job, as they can use the system to supplement their earnings. It’s similar to AirBnb in that you can extract some value out of your unused properties.

This service is disruptive. Taxi drivers don’t like it because suddenly they can have competition from everyone, and so far the taxi service was restricted to someone with a license, and the number of licenses issued by the authorities is limited. Über might turn the system upside down. In Spain, for instance, the protests from the taxi drivers were loud.  And they helped a lot in making Über know to the wide public (Taxi drivers, please say hello to Barbra Streisand!).

There are some aspects where I think Über should improve. I would like the system to pay taxes, maybe to have passenger insurance, and to guarantee the best possible customer service in case some car doesn’t show up. Although some STIB buses never show up, I’m completely defenceless about it, and I still support public transport. However, the questions that Über raises are the kind of questions that our modern society should be making, and answering. The kind of economy that is put forward, detached from governments and big enterprises, is the new economy based on the interaction between individuals that will take us away from the crisis.

Pascal Smet

Pascal Smet

Not everyone understands it in this way. Today we have waken up to the Regional Ministry of Mobility in Brussels wanting to shut down this mobility tool. Pascal Smet is taking Über to court and wants to shut down the app. Remember the name of this guy Smet, that’s the name you don’t want in charge of mobility, as he wants to shut down one of the biggest innovations about mobility that exist today.

Smet should be taking care of the citizens by answering those questions outlined here: how can the win-win-win be achieved, by having Über offering new services, having the opportunity to have more jobs for drivers, and implementing a tax system? That’s Smet’s job, although he doesn’t seem to know. Instead, he’s defending the status quo, and the status quo regarding mobility in Brussels is “needs improvement“.

Actually, Smet is going to join in court the legal claim of a taxi driver organisation, “Taxis Verts”. My last experience with Taxis Verts was calling a van for a removal, agreeing on a price over the phone, and when the taxi arrived he bargained for a higher price than agreed (taxes? where?). Unrelated to this company, taxi drivers lost me the moment I had to pay 45€ for a ride home from the airport late at night because my plane had arrived late and there were no more buses nor trains. Hey, Regional Minister of Mobility, is anybody home?

I welcome the economy based on interaction between individuals, and I welcome the disruptive competition in a system that is currently abusing the customers. I support Über.