Apaga por un momento el telediario que te pone de mala leche. La política no tiene por qué ser así, de enfado y puñalada trapera. Puede ser un reto intelectual, puede ser una alegría encontrar gente dispuesta a cambiar el mundo como tú, puede ser incluso divertido… ¿de verdad? Quizá, si hacer política fuese como un juego…
Cuando se plantea un juego es más atractivo participar. Engancha. Lo saben bien los supermercados cuando te dan puntos por tus compras. Lo experimentas cuando sales a correr a competir contra tu mejor tiempo. Lo saben los que aplicaron la “Fun Theory” en estas escaleras.
Convertir cualquier cosa en un juego, o más técnicamente, integrar técnicas propias de juegos en aplicaciones “serias” para hacerlas más atractivas, se llama “gamificar”. ¿Se puede gamificar la participación politica?
En la Equomunidad tenemos ya un pequeño juego y una clasificación: los usuarios recibimos 5 puntos cuando iniciamos un debate y 2 cuando hacemos un comentario.
Cómo gamificar la participación política
¿De qué otra manera se podrían ganar puntos? Premiemos los comportamientos que queramos promover.
- Si queremos que la gente escriba, demos puntos por escribir. Pero si queremos que escriban bien, tengamos en cuenta la puntuación de los comentarios y hagamos una clasificación con los comentaristas mejor valorados.
- Y que sólo tenga en cuenta los comentarios de los últimos 3 meses, en lugar de todo el histórico. Así no se podría vivir de las rentas y estaríamos estimulando la producción de buenos comentarios de forma continua.
- ¿Valoramos a los lectores silenciosos, que leen pero no comentan? En mi opinión sí, y darles puntos por leer los debates ayudaría a diferenciarles de los usuarios no activos.
- Un grupo de voluntarios pasa el fin de semana tras una mesa en la calle informando a los paseantes de la existencia y propuestas de Equo. Algunas asambleas de Equo contabilizan ya esas horas en sus Bancos de tiempo a modo de cuota. En la plataforma online también ganarían puntos todas aquellas que participasen en determinadas actividades.
- Una de las técnicas clásicas de gamificación son los distintivos (“badges”) que se otorgan los usuarios unos a otros. Imaginemos algunos… “For President” para quien hace un comentario acertado y con carisma; “Pesado” si se repite mucho; y “Consensual” cuando soluciona debates con propuestas de amplio acuerdo.
Pongámonos serios y hablemos de juegos.
El proceso de toma colaborativa de decisiones no puede cambiar cada vez y con cada grupo que se junte. Existe un “mejor proceso” y es necesario encontrarlo y formalizarlo. Busquemos después lo que lo hace interesante, y probemos diferentes elementos de gamificación. Estaremos así diseñando una plataforma en la que la gente querrá participar todos los días, y no sólo si somos el partido de moda.
La gamificación política está comenzando y sería un estupendo valor añadido para ésta, nuestra Equomunidad.