El enfoque habitual del ecologismo viene de la izquierda. Sin embargo hay también quien en el centro derecha reivindica su propia voz para defender el medio ambiente. No considero al PP creíble como partido cuando habla de ecologismo (ya puestos, ni siquiera lo considero centro derecha). Pero sí que me parece valioso conocer mejor las ideas y las personas que en su entorno ideológico reivindican lo verde, no sólo de palabra, sino desde su práctica profesional.
Hace poco la eurodiputada del PP Isabel Benjumea organizó una charla sobre “La vocación ecológica del centro derecha en la transformación de Europa“. Participaron ponentes a quien sigo, como Luis Quiroga, Toni Timoner y Miguel Angel Quintana Paz (ver un artículo anterior), y otros a quien no conocía, como la propia Benjumea, Luis Torras (participa en un fondo de inversión relacionado con agricultura y agua), y Mario Garcés (diputado).
¿Por qué está hablando el centro derecha de ecologismo?
Los ponentes quieren tomar la inciativa en el tema y desarrollar un programa:
- Benjumea : “El centro derecha no tiene la iniciativa [sobre el medio ambiente]. Solo responde a los postulados de la izquierda“.
- Quiroga: “Nos falta una narrativa dentro de la derecha en España que estructure un programa ambiental.”
El punto de vista conservador
Los ponentes defienden que los conservadores son los que están mejor equipados para el conservacionismo, y catalogan a la izquierda como “extraña” a este concepto, del que se quiere apropiar.
Garcés compara la sociedad de EEUU (de conquista: quien llega primero se queda con el petróleo) con la de Reino Unido (conservacionistas puros). Y sitúa al ecologismo español que “surge como minifundio de protesta frente a obras, continua en una segunda oleada con Greenpeace y Ecologistas en Acción, y más cercano se vincula a la creación de Equo“.
Se cita en varias ocasiones el libro del inglés Roger Scruton “Green philosophy, how to think seriously about the planet” que precisamente aborda el ecologismo desde el enfoque conservador.
La sociedad civil
Todos los ponentes reivindicaron el rol de la sociedad civil. Estas frases son de Isabel Benjumea:
- “¿Como podemos empoderar a la sociedad civil para ser protagonista?”
- “Las decisiones top-down no han funcionado bien. Hay que empoderar a la sociedad civil”.
- “¿Tenemos ese tejido de sociedad civil -no politizada- que pueda aplicar el patriotismo para defender el medio ambiente”?
Entrando en detalle, quizá se pueda discutir que ¿acaso no es ya protagonista la sociedad civil? Creo que la sociedad civil va por delante de los partidos verdes en cuanto a movilización y debate. Quizá esta sociedad civil activa está “politizada” (cosa que Benjumea ve mal, pero en la izquierda se ve bien). Los ponentes echan a faltar sociedad civil vinculada a sus ideas.
Quintana Paz insiste en este centro derecha que por momentos me parece “anarka”: “El monstruo sería tener un gobierno global: burocracias alejadas del control democrático de la gente”.
Donde podemos estar de acuerdo
Quintana Paz se pregunta quien vota a los verdes en Europa, y dice “gente que está preocupada por los principios éticos“. Dice que el medio ambiente no debe reducirse sólo a la gestión, a los impuestos o a lo económico. Que hay que tener una ética de agradecer el legado de las generaciones pasadas y también de dejar buenas cosas a los herederos. Para Quintana Paz este mensaje ecologista (cuidar el mundo que les dejamos a los herederos) es el que mejor llega al público conservador.
Creo que era Luis Torras quien le mandaba un recado a la izquierda: “Hay que hacer entender al centro izquierda que hay que unir sostenibilidad económica a la sostenibilidad ambiental“. Esta frase da por hecho que el centro izquierda no entiende esta idea, lo que es discutible. Pero en el fondo estamos de acuerdo.
Quiroga por su parte le da un toque a los socialistas: “En Reino Unido los laboristas han sido los más desarrollistas industriales“. De nuevo, estamos de acuerdo en la crítica, también en España.
Torras se posiciona a favor de un impuesto al CO2. No como mejor medida, pero sí como posible “second-best para evitar externalidades”.
Garcés apuesta por las colaboraciones público-privadas, con este argumento: “No se puede dejar en manos de lo privado porque no tienen incentivos, pero tampoco todo en manos de lo público.”
Donde quizá no estemos de acuerdo
Donde quizá discrepemos es en la siguiente asociación de ideas que hacía Torras: enlazar la virtud y la ética con la propiedad y la competencia. Propone asignar un valor económico a los recursos naturales para protegerlos porque “los precios de mercado limitan y acotan conductas, y deben contener las externalidades“. Para varios de los ponentes la fórmula para abordar los problemas ecológicos es “propiedad, mercado y competencia”. “La economía de mercado y el medio ambiente no son incompatibles”, dice Garcés.
Si queremos reventar un posible acuerdo entre centro-derecha y verdes, quizá lo podamos hacer diciendo sólo dos palabras: “emergencia climática”. No es una cita literal, pero interpreto que Quiroga tiene miedo de que la izquierda lidere políticas ambientales porque “hablarían de emergencia para aprovechar y meter otras políticas que no tienen que ver”. Me quedo con la duda de saber cuales son esas políticas.
Merece la pena seguir hablando de esto
En varios países europeos Los Verdes están llegando a puntos de encuentro con el centro derecha. En este artículo he subrayado algunas de las ideas donde, en principio, y sin un análisis exhaustivo, podría haber solapamiento entre los postulados de ambos. A la vez, hay enfoques que son separadores, quizá líneas rojas. En cualquier caso me parece interesante continuar esta conversación.