Europa debate el futuro de su pesca. El Parlamento Europeo le dio hace poco una victoria parcial a la Pesca Sostenible, pero la partida se sigue jugando mientras hablamos. Ahora negocian a tres bandas el Parlamento (“el bueno”), la Comisión (“el feo”), y el Consejo de la UE, que representa a los Gobiernos (“el malo”).
Hace unos días algunos simpatizantes de EQUO en Bruselas aprovechamos para charlar con dos expertos en Pesca: Miquel Ortega, coordinador en España de Ocean2012, y Sebastián Losada, asesor de Los Verdes en el Parlamento Europeo sobre Pesca.
Descartes: sólo son útiles si generan una pesca más selectiva
La prohibición de tirar al mar las capturas accidentales es uno de los ejes de la reforma pesquera: que ni un sólo pez más sea echado por la borda. Eso significa que si se pescan juveniles, o especies protegidas, han de llevarse obligatoriamente a puerto. Una vez allí, la clave es poder hacer algo útil con esas capturas no deseadas, pero que a la vez no se genere un incentivo para seguir pescándolas. En el largo recorrido, las artes pesqueras deberían de ser más selectivas para reducir el número de capturas no deseadas.
El etiquetado es otro tema a debate, ¿se logrará una obligación para que conste la fecha de captura, y no sólo la fecha de desembarco del pescado? Este tema representaría una ventaja para la pesca artesanal de cara al consumidor, porque sería más vendible una pieza que haya sido pescada ayer por un barco local, que una que haya sido pescada hace 15 días por una embarcación industrial. Sin etiquetado, el consumidor no podría saber qué pescado es más fresco. A propuesta de Los Verdes, el etiquetado también incluiría el tipo de arte utilizado en la pesca, permitiendo al consumidor favorecer el más respetuoso con el medio.
Todas a una: claves del éxito de la campaña
¿Por qué la reforma agraria no va tan bien encaminada como la reforma pesquera? ¿Qué le ha faltado a la PAC que sí tiene la PPC? Veamos algunas de las buenas ideas puestas en práctica:
– Las organizaciones ambientalistas han ido todas a una. Coordinadas en la acción política, y a la vez con espacio para tener su propia visibilidad, han aprendido de anteriores negociaciones donde cada una iba por su lado y esta vez han sido un bloque.
– El enfoque no ha sido únicamente medioambiental. Se ha hecho un esfuerzo para llevar a los pescadores artesanales a hablar a Bruselas y se ha involucrado a la comunidad científica en la arena política. Esto ha supuesto un discurso mucho más rico y con más capacidad de persuasión.
– Los pescadores son cada vez más conscientes de que el problema ambiental es origen del problema socioeconómico: ninguno puede decir que pesque hoy más de lo que pescaba antes. El Prestige ha tenido cierto efecto, y hay Cofradías de Pescadores que tienen una mayor sensibilidad ambiental. Hay algunos patrones que han realizado inversiones recientemente, y ante la necesidad de obtener ingresos para pagar las deudas son más reacios a entender las restricciones. En cambio, quienes son propietarios de una embarcación ya amortizada son más favorables a pescar menos hoy para recuperar la pesca mañana.
En breve habrá una nueva política pesquera común
Las negociaciones están en la fase de “trílogo”, a la que es importante llegar con una sólida argumentación técnica. Si no hubiese acuerdo, la legislación podría ser pospuesta para una segunda lectura. Sin embargo la legislatura europea está a unos meses de acabar, y se han hecho muchos esfuerzos por llegar hasta aquí: un retraso ahora significaría dejarla parada durante muchos meses, con un coste político que nadie quiere asumir. Por eso, se supone que habrá un acuerdo en los próximos meses, aunque sea a base de un cambio de cromos y de negociaciones in-extremis.
La pregunta que queda abierta es: ¿cual es la mejor manera de presionar a los gobiernos en pro de una pesca sostenible? Trabajar con el Parlamento es más sencillo, ya que es una institución más abierta y transparente, está centralizada en Bruselas, y los eurodiputados suelen ser sensibles a la opinión pública. Sin embargo, el Consejo es una institución más opaca, y puede ser más útil hacer ruido en cada capital europea, tratando de ganar la opinión pública de cada país. Por ejemplo, ¿sabemos qué se está hablando en el Congreso español sobre Pesca? Esa podría ser una buena vía de trabajo.
Estemos al tanto.