Resiliencia: tomando las riendas del bienestar común

Una de las palabras para mí más novedosas en la terminología que se usa en el entorno ecologista es “resiliencia“. Para esclarecer lo que significa he entrevistado a Alejo Etchart, consultor sobre desarrollo sostenible, especialista en comunidades en transición, y miembro de Equo Euskadi.

R: La primera vez que oí la palabra “resiliencia” fue asociada a pueblos que después de una catástrofe natural eran capaces de volver a funcionar. Asociaba resiliencia a la capacidad de resistir a la adversidad, “como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie”. ¿Es una buena definición?

A: La resiliencia es originalmente la capacidad de los materiales de absorber impactos externos sin por ello dejar de cumplir sus funciones esenciales. Por ejemplo, se suele pedir el acero con una resiliencia de -40ºC, porque a partir de esa temperatura pierde dureza.

Sobre resiliencia en términos sociales he encontrado una definición que me gusta más:
En el contexto de la exposición a adversidades importantes, la resiliencia es la capacidad de las personas para descubrir qué recursos físicos, psicológicos, sociales y culturales conforman su bienestar y para acceder a ellos de forma individual y colectiva de manera acorde con su cultura” (Michael Ungar, Resilience ResearchCenter)

R: . Las sociedades uniformes son más vulnerables. Es algo análogo a lo que ocurre con los cultivos uniformizados, que son más vulnerables a las plagas que los diversificados. Nuestra sociedad actual (entendida como tal nuestra sociedad europea occidental), ¿dónde está uniformizada, cuales son sus vulnerabilidades?

A: Música. Cultura. Fútbol. Turismo en masa. Moda. Telebasura. Acumulación. Individualismo. Estilo de vida. Hay diversidad, pero (en términos estadísticos), la ‘moda’ es tan alta y coincidente con la ‘media’ que la ‘desviación típica’ es muy baja.

Más que macroentornos de los que hablas (sea Europa, España o Bilbao), a lo que me refiero es a microentronos de comunidades de proximidad. Con profesiones, horarios, hábitos, etc. parecidos, cuando ocurren excepciones (que pueden no serlo en la comunidad vecina), hay problemas para resolverlas.

R: Tomemos por ejemplo una comunidad de proximidad, un barrio. Un observador que pasease por allí, ¿Qué vería de especial? ¿Cómo sabría que está en un barrio “con alta resiliencia”?

A: Es una muy buena pregunta, que aprovecho para comentar que la creación de resiliencia es tan importante que puede considerarse una alternativa al crecimiento económico como medio para una evolución deseable, máxime cuando el crecimiento económico es inviable en la práctica. La construcción de resiliencia implica un fuerte movimiento de generación de economía local y de empleo local que está íntimamente relacionada con la economía verde.

Igual que para medir el crecimiento se utiliza un indicador complejo como el PIB, para medir la resiliencia se pueden utilizar una serie de indicadores o una combinación de ellos. Estos indicadores guardan relación con las cantidades relativas de energía, comida y otros bienes básicos producidas localmente, los negocios de propiedad local, la distancia al trabajo, el uso de transporte eficiente energéticamente, la moneda local en circulación, la cantidad de deshechos compostables que de hecho se composta, la relación entre espacio para aparcamiento y tierra productiva, el grado de conocimiento de la población sobre cultivos, bricolaje, cocina y costura, la exposición ante una crecida del nivel del mar, las vías de evacuación de agua ante inundaciones, etc. De todo ello, algunas cosas se pueden observar en un paseo por el lugar, sí; pero es un asunto mucho más complejo.

R: Cuando escribes sobre este tema sueles hacer referencia al proceso “bottom-up”, “de abajo hacia arriba”. ¿Qué quieres decir con eso? ¿Significa, por ejemplo, que debemos dejar de lado las instituciones actuales y buscar otra forma de tomar decisiones?

A: Si algo está claro es que las personas no podemos dejar de mano de los gobiernos porque su miopía en el tiempo y en el espacio les impide afrontar seriamente asuntos que tienen repercusión en la sostenibilidad del sistema a largo plazo y que implica acción coordinada con otros países. Los decepcionantes resultados de la Cumbre de Río+20 son un claro ejemplo de ello.

Los ciudadanos debemos tomar las riendas de nuestro propio destino. Movimientos de las Transition Towns, las ecomunicipalidades originariamente suecas o las mismas ecoaldeas en España, además de muchísimos otros no asociados, pueden ser el amanecer de una nueva generación de negocios sociales puestos en marcha por ciudadanos responsables que se comprometen con formas alternativas de desarrollo movidos por motivaciones como la responsabilidad, la justicia, la equidad o la búsqueda de seguridades alimenticias, de agua o climáticas, más que por el apoyo institucional. Estas iniciativas toman como base los activos que existen en las personas y el territorio, y los reorientan a la construcción de resiliencia y al servicio del bien común, a la vez estando radicalmente comprometidas con los principios básicos del desarrollo sostenible. Estos enfoques se están implementando en comunidades por todo el mundo guiados por fuerza de abajo arriba, aunque, para que se adopten de forma más generalizada deberían recibir incentivos de arriba abajo. Tales incentivos no sólo contribuirían a extender su aplicación, sino también, de forma crítica, deberían orientarse a construir la viabilidad económica de estos enfoques deseables social y medioambientalmente –completando así los tres pilares de la sostenibilidad y reorientando su equilibrio. Se trata de promover la innovación hacia modelos de negocio social que, mediante la creación de resiliencia, se orienten hacia el bienestar; en vez de, mediante el crecimiento económico, hacia la acumulación.

Peter Senge, gurú del desarrollo organizacional, lo dice claramente: “Si alguna esperanza existe para la humanidad, reside en regenerar la vida en comunidad, recuperando de nuestro ADN la característica de animales sociales”. La innovación necesaria no es tecnológica: es social, es sistémica.

Una lectura de los tres principales documentos previos a Río+20 (‘Gente Resiliente en un Planeta Resiliente (…)’, el original del Borrador Cero y las Notas de Coordinación) desde la perspectiva de esta visión muestra cómo se alinean con ella. Pero, lamentablemente, la visión de los promotores de Río+20 no pudo con la de los necios que gobiernan el mundo con visiones tan miopes como las de los economistas a los que se refería Boulding cuando afirmaba que “alguien que cree que el crecimiento económico infinito es posible o está loco o es un economista”. Es la fatal tragedia de los comunes.

R: Si alguien ha llegado hasta aquí y quiere poner en práctica estas ideas… ¿por dónde le sugerirías que comenzase? ¿qué se puede hacer?

A: A quien le interese trabajar por la resiliencia de su comunidad de vida le recomendaría encarecidamente que se acercase al movimiento de las Transition Towns. En España el número de localidades y comunidades ‘en transición’ está creciendo exponencialmente. Existe una wiki que ayudará a conocer sus bases, a encontrar qué movimiento puede haber más cercano a nuestros lugares o a empezar una iniciativa propia. En estos momentos estamos trabajando en la creación de un Eje de Iniciativas en Transición que apoye a las distintas iniciativas y promueva la creación de otras nuevas. Precisamente acabo de volver de Londres, donde se ha celebrado la anual Conferencia Internacional de la Transición, con unos resultados muy positivos.

Después de leer a Alejo me quedo con la sensación de que ya hay mucha gente poniendo en práctica muchas de las propuestas ecologistas. No esperan a que “desde arriba” se creen las condiciones necesarias, sino que son ellas mismas quienes, citando la entrevista, “toman las riendas de su destino”. ¿Quizá quienes nos lean hayan tenido una experiencia similar que nos puedan contar?

Como bonus y para quien quiera profundizar, dejo un capítulo escrito por Alejo Etchart para un libro sobre resiliencia (en inglés): Resilience.

Alejo Etchart es Licenciado en Económica y Empresariales, MBA y MSc con distinción por DMU (Inglaterra). Colabora con Stakeholder Forum for a Sustainable Future en asuntos a nivel ONU, con el think tank Ekopol y con varias organizaciones vascas en el ámbito de la huella de carbono y generación de comunidades. Es éste último campo, el desarrollo sostenible a través de las comunidades de proximidad y dirigido a la generación de resiliencia, en el que radica su pasión. Promueve la visión Resivitas y la Iniciativa Bilbao en Transición; y participa en la creación de un Eje Nacional que sirva de apoyo a las iniciativas locales. Es miembro de Equo (Bizkaia).

En el corazón de la bicicleta (coordinando grupos de trabajo)

Equo es una máquina de hacer política. Una máquina que se mueve gracias al impulso de muchas ruedas, somos una bici-política, una bici con muchas ruedas, un triciclo político, un ciempiés, un ciempi-ciclo.

En bici con Equo Asturies

Mientras sigamos pedaleando, seguiremos en pié“, decía alguien, seguramente Copercan. Mientras giren las ruedas, avanzaremos. Equo está en el proceso de volver a poner en marcha sus grandes ruedas estatales, sus Grupos de Trabajo, que fueron responsables de nuestro programa electoral colaborativo. Una vez estabilizada la estructura interna, pasado el Congreso, y los agobios electorales (salvo para gallegos y vascos), es hora de darle impulso al ciempi-ciclo para coger velocidad de crucero.

Las ruedas de las que nos fuimos dotando son nuestros Grupos de Trabajo estatales. Un grupo de trabajo permite discutir sobre un tema particular, vengas de donde vengas. El grupo funciona principalmente a través de Internet, y se especializa en un asunto. Equo dispone de 17 grupos temáticos.

Hasta el sábado 22 están abiertas las candidaturas para coordinar los grupos. Pero, ¿qué se hace en la coordinación de los grupos? Veamos.

¿Qué significa coordinar un grupo?

Darle chispa – Lanzar debates, proponer temas, preguntarle a la gente por su opinión, generar discusión.

“- He encontrado esta noticia que me ha parecido interesante cmpartir con vosotros, ¿qué os parece? 

El incremento del uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ha implicado la necesidad de crear potentes centros de procesamiento de datos…(Consuelo en la Equomunidad)”

Buscar el posicionamiento de Equo – ¿Hay algún tema sobre el que debiéramos posicionarnos y aún no lo hemos hecho? Vamos a por ello.

Os presento un tema en el que creo que EQUO debería posicionarse de forma clara y que creo que no habrá ningún problema para entender que encaja perfectamente con sus objetivos y con la conciencia de los que simpatizamos con su línea.

Es el tema de las Patentes de Software. Copio y pego un extracto de la información más detallada que podéis encontrar en http://www.nosoftwarepatents.com (Antonio en la Equomunidad)

Buscar los consensos – La gente aportará diferentes puntos de vista, en ocasiones enfrentados, en otras complementarios. Hay que buscar enlazarlos, otras veces un término medio, y que pueda ser aceptado por todas.

“En respuesta al compromiso que adquirí con tod@s los que durante semanas habéis ido sugiriendo multitud de propuestas para el desarrollo de la Democracia Interna en Equo y la Equomunidad.

Me ha parecido mejor presentaros un primer documento en formato wiki, a modo de “semilla” para que en plan “Lluvia de Ideas”, vayamos añadiendo, entre tod@s, todas las sugerencias que podamos encontrar porque se hayan vertido en la Red Social o que ahora se nos ocurran. (José Carlos en la Equomunidad)”

Apoyar en posicionamientos rápidos – ¿Hay un tema de actualidad que toca la temática del grupo? A por él.

Hola compañeras:

Como sabéis, ya hemos sacado una nota de prensa sobre los 400 euros (podéis leerla aquí), pero vamos a sacar otra seguramente mañana, con propuestas. ¿Nos ayudáis? (Carolina en la Equomunidad)

Coordinar un grupo es estar en el corazón de la bicicleta, facilitando esa construcción de la Ecología Política, creando el discurso de Equo, haciendo que todo el mundo participe. Pedaleando y haciendo pedealear. Para presentarte tienes que escribir en el grupo al que pertenezcas, ¿qué me dices?

Los 17 grupos temáticos

Economía Verde
Democracia real, participación, y reformas políticas
Derechos de los animales
Políticas de género
Cambio climático y energía
Educación
Internacional
Derechos sociales e integración
Nueva sociedad de la información y el conocimiento
Salud
Juventud
Cultura
Territorio y Biodiversidad
Medio Rural y Agroecología
Mayores
Producción limpia, contaminación y residuos
Agua

Sugerencias para Equo Galicia en el Frente Amplio

Mis compañeras de Equo en Galicia han optado por una coalición para las autonómicas. Lo llaman “frente amplio”, en el que estarán también Esquerda Unida (1% en las últimas gallegas, 4,1% en las últimas municipales) y ANOVA (nacionalistas gallegos en torno al ex-BNG Beiras). Finalmente no estará “Compromiso por Galiza” (donde hay algún ex-Equo con Ecogaleguistas). Actualización 13/09: Ecogaleguistas abandona Compromiso por Galiza para unirse a la coalición.

Tengo que decir que no me gusta esta decisión. Yo no iría ni con IU, ni con nacionalistas, aunque ir en solitario significase sacar el 0,61% de las municipales. Prefiero que la papeleta de Equo vaya en solitario porque creo que nuestra apuesta no la iguala nadie. Pero mi opinión aquí importa poco. En este partido no hay un control central, y en Galicia han sido las integrantes de Equo Galicia quienes han decidido en su ámbito de actuación  sumarse a ese frente amplio, con el objetivo principal de frenar al PP.

Me gustaría contribuir al recorrido al que se enfrentan los equos gallegos con algunas sugerencias sobre cómo afrontar este pacto, basadas en lo que conozco sobre los 8 años de coalición entre Los Verdes de Asturias e Izquierda Unida.

El programa. Aunque decimos a menudo que “hablemos primero de contenidos, luego de si hay pacto o no“, en el caso gallego la urgencia le ha dado la vuelta. El programa común será negociado probablemente con prisas, y conviene anticiparse: cuanto antes conozcamos nuestras lineas rojas y propuestas generales, mejor.

Una herramienta para desbloquear negociaciones es “acordar el desacuerdo”, esto es, si no llegamos a un punto común, entonces cada organización decide que defenderá su propio punto de vista por su cuenta, fuera del ámbito del pacto. Esto es un arma de doble filo: la organización grande tiene más recursos, y la organización pequeña sufrirá las críticas. Explicar a la gente que “sí, estamos en un pacto con ellos, pero este tema en concreto queda fuera del pacto” es tan legítimo como difícil.

La visibilidad de la marca Equo. Una razón para el pacto es obtener mayor visibilidad, sea en la papeleta, en las comunicaciones, o en la presencia de integrantes de Equo en apariciones públicas. Esta cuestión no se suele reflejar en los programas y genera equívocos fácilmente. Los partidos grandes aprovechan para obviar a los pequeños, que tienen que quejarse continuamente para no quedarse fuera. Aparte: ¿se podrá oir a los co-portavoces de Equo hablando por sí mismos, en sus propias notas de prensa, cuando lo consideren necesario?

A veces el partido pequeño es muy visible cuando no le conviene. Por ejemplo si la coalición se posiciona sobre un tema que no compartimos, ahí lo que se “visibiliza” es una contradicción. En Asturias cada vez que IU apoyaba el carbón, teníamos que salir Los Verdes a decir que respetábamos la postura de nuestros socios pero que nosotros apoyábamos las renovables y que el carbón era cosa del siglo pasado.

Gente disponible para los cargos. Podría ocurrir que este Frente Amplio (Alternativa Galega) obtuviese escaños en el Parlamento Gallego. Equo podría obtener un diputado, según vaya la negociación de las listas, y cargos como “asesores parlamentarios” (análogo al de Enrique Fernández en Asturias). ¿Hay alguien dentro de Equo que esté dispuesto a dejar su trabajo actual (si lo tiene) para asumir esa responsabilidad?

Vayamos más allá y pensemos en un vuelco electoral y un pacto de gobierno. Sería un plato muy fuerte para un partido pequeño en formación, y en la negociación entrarían pactos entre muchas fuerzas. No sería descabellado pensar en una Dirección General para Equo (análogamente al puesto que Joaquín Arce desarrolló como miembro de Los Verdes de Asturias).

Reforzar Equo Galicia. Dentro de 4 años, ¿habrá servido esta coalición para reforzar Equo Galicia? Si no, la situación será la misma que ahora. Sin embargo, un partido pequeño que tenga que gestionar una coalición, asesores y/o directores generales, apenas va tener tiempo para reforzarse internamente. Con tiempo y recursos finitos en Asturias éramos el mismo número de afiliados al principio y al final del pacto.

Imagino que si no hay representación parlamentaria cada partido siga por su cuenta. Pero si la apuesta sale bien ésto va a durar cuatro años, y hay que estar preparados para afrontarlos. Habrá decenas de reuniones a horas intempestivas en sitios remotos. En la medida de lo posible no dejéis a nadie solo, que haya siempre un apoyo, un refuerzo humano por encima de las cuestiones políticas.

El dinero. Equo no se endeuda, y eso es marca de distinción. ¿Va la coalición a pedir créditos para la campaña? Si es así, ¿cómo va a participar Equo? En Asturias IU ponía todo el dinero necesario, y a cambio también se llevaba todo el dinero de las subvenciones estatales por votos obtenidos.

En Asturias nuestros cargos electos donaban una buena cantidad de su sueldo al partido, tal y como venía establecido en el reglamento de Cargos Públicos. Equo también tiene un Decálogo del Cargo Público, pero no hace referencia al dinero. ¿Va a pedirse a quienes sean elegidos que contribuyan generosamente? Si va a ser así, que no quede lugar a dudas.

Mejor tener estos problemas por haber tenido éxito

Espero que este Frente Amplio les de alas a las compañeras gallegas, que les refuerce internamente y les permita alcanzar puestos de representación. Les deseo que tengan todos los problemas aquí señalados, porque mejor tener éxito electoral y sus problemas derivados que no tener ninguna de las dos cosas.

¿Cómo hacer a Urresti diputado?

¿Cómo hacer que Aitor Urresti, ingeniero industrial de 37 años, gane la confianza del electorado vasco para meterse en su Parlamento autonómico? Desde que fue elegido en primarias por afiliados y simpatizantes (busquen eso en otros partidos), esta es la gran pregunta para Equo Euskadi, y por la influencia positiva que tendría, también para el resto de Equo. Si puedes irte unos días a hacer campaña con ellas, te animo a que lo hagas, más aún si no has estado en Vitoria en la UniVerde. A Álava sólo le falta un diputado de Equo para hacer honores al título de Green Capital de Gasteiz.

Desde lejos hay que buscar otras formas de colaborar. Planteo aquí una: un análisis cuantitativo de las posibilidades de que los vascos le den el escaño a Aitor, basándome en el “embudo” de Equo. Esta herramienta es una adaptación de la utilizada en departamentos de ventas y en el análisis de tráfico web, para visualizar cómo los usuarios van vinculándose a un producto o marca.

He evaluado 4 parámetros: el grado de conocimiento de Equo Euskadi, el voto obtenido en las anteriores generales, el seguimiento en las redes sociales, y la afiliación y simpatizantes. Este embudo es un trabajo amateur, quien quiera echarle un ojo crítico y corregir tanto datos como enfoque es más que bienvenido.

– ¿Cuanta gente conoce a Equo en Euskadi? Según los estudios de las elecciones generales el conocimiento de la marca era entonces bajo, en torno al 20% antes de la campaña y al 30% después. Me quedo en la franja baja y considero que el 20% de los habitantes de Euskadi conocen Equo. Serían 440.000 355.058 personas, 64.000 51.483  de las cuales en Álava.

– ¿Cuanta gente vota a Equo en Euskadi? Aproximo usando los votos del 20-N: 15.351 (3.574 en Álava). Esto significa que el 3,5%  4,3% de las personas que conocen Equo, nos votan. En Álava el porcentaje es un poquito más alto, el 5,6% 6,9%. Simplificando mucho, habría que dar a conocer Equo a 100 personas en Vitoria para lograr 6 7 votos.

– ¿Cuanta gente sigue a Equo habitualmente? Como indicador uso las redes sociales: unas 5000 personas siguen a Equo Euskadi en Facebook y Twitter. Aquí hay varios puntos débiles en el análisis que analizaré en la post-data. El porcentaje de conversión sería significativo: el 33% de la gente que vota mantiene luego una relación estable con Equo.

– ¿Cuanta gente participa en el día a día? De momento poca, alrededor de 150 entre afiliados y simpatizantes implicados en Euskadi y una treintena en Álava. El máximo nivel de compromiso sólo lo adquieren el 3% de los seguidores.

El embudo de Equo Euskadi tendría esta pinta, con los datos de Álava entre paréntesis:

(Enlace al embudo en GoogleDocs, editable. Actualizado el 7/9 tras el comentario de Carmen)

Conclusiones para optimizar la campaña

De este embudo se pueden extraer varias ideas:

– Una estrategia que funcionaría: dar a conocer Equo. Influyen muchos otros factores, pero podemos simplificarlo: duplicar el número de gente que nos conoce duplicaría el número de votos. Ahora, hay que tener en cuenta que eso son 52.000 64.000 nuevas personas sólo en la provincia de Álava. Eso son casi 1.500 1.200 personas por día a contar desde hoy 7 de septiembre, 43 días antes de la jornada de reflexión. ¿Está la campaña de Equo diseñada para alcanzar a tanta gente? ¿Es posible hacerlo aplicando las 3 sugerencias de campaña de Europe Ecologie?

– Otra estrategia que funcionaría: convencer a la gente que ya conoce Equo para que nos voten. Mientras la propuesta anterior de darse a conocer se repite en muchos análisis, esta segunda queda minusvalorada, y creo que el embudo muestra que puede tener tanto valor como la anterior. Habría que buscar 3.500 nuevos votantes entre aquellas personas que ya conocen Equo. La cuestión es: ¿dónde están? Si sabemos donde están se puede realizar una campaña con un mensaje más focalizado. Aquí  encajarían las sugerencias de Europe Ecologie: temas concretos, lugares de interés, y grupos de opinión.

– Una estrategia que no funcionaría: centrarse en aumentar el seguimiento en las redes sociales. A la vista del embudo, la mayoría de los seguidores en las redes probablemente ya sean gente convencida o votantes, y no tendría sentido lanzarles mensajes que digan “vota”. Más bien, habría que lanzarles mensajes que digan “comparte“, para animarles a convertirse en altavoz hacia sus contactos, quienes a su vez quizá conozcan Equo y sean receptivos a un mensaje que les convenza para votar. El número de seguidores en las redes sería entonces un indicador de éxito: cuanto más crezca, mejor se estará haciendo la campaña, pero no hay que centrarse en hacerlo crecer. El “aprobado” en Álava se movería en torno a los 3.000 seguidores.

– Otra estrategia que no funcionaría: querer aumentar la afiliación. De manera análoga a los seguidores en las redes, el número de afiliados es más bien una consecuencia que una causa. Aunque puede ser cierto que cuantos más afiliados existan más capacidad de darse a conocer hay, también valdría con tener un buen número de simpatizantes y voluntarios haciendo campaña sin necesidad de que se afilien.

Post-data: El análisis de las redes sociales

Creo que este apartado es el más débil del análisis y merece una atención especial. Insisto, las críticas son bienvenidas.

En Euskadi hay unos 5000 seguidores sumando Facebook y Twitter, pero para que fuese un número válido habría que descontar: a quienes sigan tanto en Facebook como en Twitter, pues se repiten: a quienes no sean de Euskadi, para centrar el ámbito de la análisis; a quienes no sean votantes, porque el modelo presupone que las redes sociales son un subconjunto de los votantes. Querer calcular cuantos de esos 5.000 seguidores en las redes sociales son realmente votantes sería un brindis al sol sin tener más datos.

Además, en España sólo un tercio de la población usa Facebook. Si queremos que el número de seguidores de las redes sociales actúe como aproximación, tendríamos que multiplicarlo por 3. Y hay que tener en cuenta la variable demográfica: el tercio que usa redes sociales está mayoritariamente por debajo de 45 años, y habría que extenderla para cubrir todo nuestro electorado. Pero, ¿cuantos mayores de 45 años nos votan? De nuevo escasez de datos.

Lo ideal sería obtener la variable “gente que sigue de una forma u otra a Equo con cercanía en todo el espectro de edad”. A falta de datos, me quedo con el número de seguidores en las redes sociales como aproximación.

Otro modelo de partido es posible, pero… ¿qué modelo?

¿Pueden los actuales modelos de partido ser organizaciones eficientes en la sociedad de hoy? – Antoni Gutiérrez-Rubí

Antoni Gutiérrez-Rubí es asesor de comunicación política. A través de su blog, y Twitter analiza cómo, qué, cuando y por qué la gente que se dedica a la política transmite sus mensajes. Participó en la III Universidad Verde de Verano de Equo en el taller sobre Democracia Participativa (en la web se puede consultar su ponencia).

Repaso aquí otra presentación suya, creo que de gran interés para Equo como partido-red: “La nueva política: de los partidos a las redes“. El artículo en el que la explica se titula “Otro modelo de partido es posible“.

Antoni dice que el actual modelo de partido es “leninista“. Yo me pierdo con ese término, y lo traduzco por “anacrónico”. Lo comparo con las instituciones actuales: hijas de la sociedad industrial, pero no de la sociedad del conocimiento, obsoletas, a reformar. Hay también varias pistas para saber en qué tipo de partido no puede convertirse Equo. Un “partido tradicional” es: acomodado en la cultura analógica, centralizado, vertical, jerárquico, fiel, basado en repetir consignas.

Conclusión: la política representativa no es eficiente para resolver los problemas de la gente. Pero entonces, nosotras que estamos construyendo un partido, ¿cómo lo enfocamos? ¿qué hay que cambiar para que sea “nuevo”?

De militantes a activistas

El militante “tradicional” no participa en las decisiones relevantes del partido, porque no le dejan o porque no quiere. Es un militante de autobús: se sube y va a los mítines, agita banderas, y se coloca tras el candidato para decorar.

Un partido nuevo es un partido de activistas. No para dar propaganda o pegar carteles, sino para hacer política. Es gente activa pensando, opinando, y contribuyendo a construir el ideario del partido. No llenan una sala para escuchar a un líder sino que se sientan en círculo para escucharse todos a todos y decidir en conjunto.

En Equo tenemos que construir nuestro discurso entre todas. No vale subcontratar la dirección del partido a un pequeño grupo de elegidos, sino que hay que pensar como si cada uno fuese Equo en su totalidad. No seas militante “de cuota”: se activista “de neurona”.

De la casa a la causa

El partido tradicional requiere pleitesía, pues se ha convertido en el fin, y no en el medio: ponte alerta cuando oigas hablar de “el partido” por aquí y por allá. La “casa” que critica Antoni es la vez la “Casa del Pueblo” y su modelo de participación, y la casa como la frontera: de aquí para dentro afiliados, de aquí para fuera el resto.

Un partido nuevo es poroso, sin muros, que se deja llevar por las causas. ¿Nos interesa promover las renovables? Pues menos samba y más entrar en cooperativas, dar formación, cambiar tu tarifa a una verde, encadenarte a Cofrentes. ¿Eso no es lo que se espera que ocurra en un partido? Pues precisamente. Un partido nuevo es un actor más del movimiento social. No necesariamente el más importante, pero sí tiene una particularidad: es el que luego se va a presentar a las elecciones.

De las sedes a las redes

Antoni reconoce que el choque entre la pirámide y la red es duro e inevitable, y también inaplazable. El modelo del pasado vive del organigrama, del cargo, de tener una mayoría en una Ejecutiva. Se basa en la existencia de un “aparato” y en su control.

Pero el modelo piramidal está muerto. Si tu eres una activista de neurona, no aceptarás otra relación con otros activistas que no sea de igual a igual. El habitante de la Sociedad Red no se diluye en una organización, sino que establecen conexiones con otras neuronas en múltiples ámbitos. No milita sino que teje la red.

La tecnología da alas a esta relación empoderada. Por eso dice Antoni que “hay que reconvertir toda la organización para que lo digital sea lo natural, no lo accesorio o complementario“. No vale poner un foro en Internet para charlar como si estuviésemos en un bar: ha de ser una herramienta de deliberación y toma de decisiones. Hay que aprovechar la potencia de una herramienta que no te exige estar a una hora en un sitio determinado para poder participar, que te permite trabajar con gente que tiene diferentes compromisos, horarios y agendas sin necesidad de un control centralizado.

Y junto a la red, la movilidad. Equo debería de ser pionero y sacar la “aplicación de la Equomunidad para Android y iPhone”, para permitirte opinar, votar, y participar plenamente en política allá donde estés.

De las consignas a las ideas

Ideas, Font, y siempre nuevas“, me dijo Manuel Cabaleiro a mis 18 años y ya no se me olvidó más.

Las ideas en un partido tradicional vienen de dentro. Y de arriba, que piensen los de arriba que para eso hemos delegado en ellos. Si te paras a contar el número de personas que piensan en un partido tradicional, te salen muy pocas.

Las mejores ideas probablemente no las tengamos en Equo. Pero fuera hay gente que piensa mucho y bien. Asumamos lo que dice Antoni: “hay más ideas fuera que dentro“, y lleguemos a esas ideas conectando con los nodos necesarios. En vez de perseguir una organización grande, creemos una porosa, donde la gente pueda entrar a contarnos sus ideas. “Fulanito, tu que eres experto en X, ¿por qué no te pasas por la Equomunidad/asamblea y nos hablas de ese tema?”

De los ritos a las experiencias

¿Qué es un rito? Cualquier actividad política de la que te apetezca salir corriendo por cansina, cualquier protocolo, cualquier cosa que te haga bostezar.

¿Qué es una experiencia? La que te apetece repetir el año que viene. La que te permite participar en su construcción, la que te deja reirte y festejar, la que te divierte y te deja con la sensación de haber empleado bien tu tiempo (como por ejemplo la UniVerde, en Vitoria del 31 de agosto al 2 de septiembre).

De los delegados a los votos

Vota. Espera 1460 días. Vuelve a votar. Entre elección y elección, tu voto o bien se ha perdido en el sistema electoral, o bien va a darle fuerza a un representante que no sabe ni que existes. Quizá ni siquiera querías votarle pero lo has hecho para evitar que saliera otro.

Antoni cree que “la gente quiere opinar y ser decisiva cada día“, y que no van a esperar. Y de hecho no lo están haciendo, hoy en día el ciudadano se ha emancipado de las organizaciones políticas, sean partidos o sindicatos, y hace política al margen de las mismas. “Los partidos han perdido el privilegio de la acción política.”

Si la gente puede hacer política por sí misma, no hacen falta delegados. Si puedo representarme a mí mismo, no quiero delegar mi voto salvo que sea imprescindible. No quiero subcontratar con nadie mi representación, quiero ejercerla yo en todo momento.

La inteligencia de las multitudes

¿Por qué elige Equo en primarias abiertas? Democracia pura y dura, sí, pero también inteligencia colectiva. Reconocemos que no hay un sanedrín iluminado sobre los mejores candidatos, sino que nos acercaremos más a lo correcto cuantas más personas seamos pensando y votando. Cuantos más pensemos, más inteligentes seremos en conjunto.

Resumiendo lo que sería un partido “nuevo”: estaría formado por activistas políticos “de neurona”, implicados en causas concretas, relacionados de igual a igual, en una organización porosa, festiva, con participación directa. Y con la Equomunidad en el móvil.

Una estrategia de crecimiento para EQUO

Queremos que Equo crezca en todos los niveles: más afiliadas que contribuyan económicamente, más simpatizantes que aporten sus ideas, más amigos que difundan lo que hacemos. Así seremos más fuertes, más populares, obtendremos más votos. Avanzando en todas las líneas podremos contribuir a cambiar el mundo a base de democratizarlo y hacerlo sostenible y solidario.

Hasta ahora hemos promovido la afiliación para el Congreso, pero no tenemos estrategia de expansión. Sí, queremos pasar de 1.500 afiliados a 6.000, o ¿por qué no? a 25.000, pero no está claro cómo. Si partimos de la base de que apenas nos conoce el 20% de la gente, bastaría con darse a conocer a toda la población para subir como mínimo a 7.500. Fácil, ¿no? Antes de asegurarlo, veamos qué datos tenemos.

El embudo de EQUO

En la gestión empresarial existe el concepto de “embudo de ventas”, que muestra las diferentes fases por las que atraviesa un potencial cliente. Lo primero es dar a conocer el producto a mucha gente, luego un porcentaje desarrolla un interés, una parte llegan a evaluarlo, algunos lo usan por primera vez, y finalmente un grupo más reducido se convierten en clientes habituales.

He dibujado un embudo similar con cuatro categorías: gente que conoce Equo, gente que nos sigue en las redes sociales, gente que participa en la Equomunidad, y finalmente gente que se afilia. Este gráfico recoge los datos existentes:

Tabla de conversión de EQUOSurgen dos preguntas relacionadas: ¿cómo conseguimos aumentar el número de gente en cada nivel? y ¿cómo conseguimos que más gente pase de un nivel al siguiente? En función de estos datos, creo que es posible cuestionar la idea habitual de que más gente se sumará a Equo sólo por el hecho de conocernos. Cabe pensar también que dentro de nuestro electorado potencial (ese 5% que se declaran ecologistas en las encuestas) probablemente ya seamos conocidos.

Sería por tanto más efectivo investigar cómo podemos aumentar las tasas de conversión entre la gente que ya nos conoce: ver cómo podemos hacer nuestra oferta más atractiva.

¿Con quién crecer?

Retomando una de las ideas de campaña de Europe Ecologie, en vez de lanzarnos a buscar afiliados en general, es más efectivo hacer una búsqueda por nichos. Veamos qué tipo de gente ha entrado en Equo y por dónde podemos continuar buscando.

– Para poder crecer lo primero es no decrecer, y por tanto un primer grupo serían aquellas personas que se están dando de baja. Hay quien no ha encontrado su sitio y se va, es algo normal en la consolidación de una organización. Otros entraron a molestar y se van cuando nadie les hace ya caso. Pero hay gente que se está yendo por otras razones más importantes: falta de coherencia del discurso con la práctica, falta de radicalidad en el discurso, o por no encontrar el tipo de partido que esperaban cuando entraron. Creo que es importante analizar estos factores preguntándole a la gente que se ha ido.

– Un grupo relevante dentro de Equo son aquellos que nunca antes habían participado en política. Probablemente sea el primer nicho del que saquemos más integrantes y sea un paso sociológico hacia el 30% del electorado que se abstiene. Sería importante analizar por qué vinieron, qué mensaje les convenció, y replicarlo para seguir atrayendo a “votantes en busca de un partido”.

– Otra gente se ha dado de baja de otros partidos tradicionales para venir a Equo. ¿Qué les ha llevado a dar ese paso? Encuestándoles y obteniendo esa información tendremos pistas para que quizá otros sigan el mismo camino.

– Somos un partido de causas, que son también nichos. Hay internautas, agricultores ecológicos, madres que dan el pecho, empresarios, neorrurales… hay un gran número de personas involucradas en aspectos coherentes con el ideario de Equo que podrían estar interesadas en hacer política participativa con nosotras.

– No todos los miembros de los partidos verdes se han integrado en Equo, algunos que antes eran afiliados ahora prefieren mantnerse como simpatizantes ¿por qué? Es importante también conocer sus razones, pues son candidatos claros para afiliarse.

– Con las iniciativas ciudadanas. Hay una serie de partidos independientes que luchan en política por la transparencia, la buena gestión, el medio ambiente. ¿Podrían acercarse a Equo? Ya lo han hecho Electores de Alhaurín de la Torre y la Iniciativa Vecinal Independiente de Alcorcón. Hay que tener también en cuenta que estos movimientos consideran clave para su funcionamiento, y lo tienen a mucha honra, el ser independientes de cualquier otro partido político. Una posible estrategia en este ámbito podría pasar por integrar a los miembros del partido en los grupos y en el trabajo de Equo a nivel estatal y autonómico.

¿Dónde crecer?

Equo está presente en casi todas las provincias, pero tiene más dificultades en aquellas con menos población. Para un partido estatal no es rentable en términos electorales hacer un esfuerzo allí donde sería necesario el 15% del voto para poder elegir diputados, salvo cuando se tienen en cuenta las europeas, con circunscripción única. Sin embargo, en un partido volcado hacia las personas y no hacia los escaños, merece hacer el esfuerzo allí donde haya gente, independientemente de su valor electoral.

Una estrategia de crecimiento efectiva podría apoyarse en el trabajo municipal. Ya tenemos un ejemplo exitoso, el de Los Verdes en Segovia. Hay una decena de concejales ecologistas cuyo punto en común es que han sido elegidos en pueblos pequeños amenazados por un gran problema medioambiental. Una estrategia parecida podría funcionar en otras provincias con poca población.

De la misma manera se pueden buscar otros nichos de voto, y apostar por ellos. Euskadi es un buen ejemplo de ello. Álava tuvo un alto porcentaje de voto verde en relación con el resto del Estado, y apoyarles realizando la UniVerde en Vitoria-Gasteiz servirá para reforzarles de cara a las elecciones vascas.

Análogamente a como buscamos iniciativas ecologistas, podemos buscar también movimientos “democratizadores”, y sitios donde se pueda apostar por candidaturas que tengan por bandera reivindicaciones del estilo de los presupuestos participativos.

El último complemento es el discurso estatal. Siendo coherente con las acciones realizadas se puede llegar a otro tipo de público, como está ocurriendo. Gente que tiene más interés en el ámbito estatal que en el local. Nuestro modelo de funcionamiento los debe de poder acoger a todos.

¿Qué puede ofrecer Equo que no ofrecen otras alternativas de política ciudadana?

Los partidos ya no tienen el monopolio de la acción política. Un ciudadano puede hacer política bien por sí mismo, bien con otras organizaciones que buscan influir en la sociedad y en la toma de decisiones. Es en ese marco en el que un partido tiene que presentar su valor añadido para que la gente se una.

En el caso de Equo uno de esos valores es la visión europea, con la vinculación de Equo al proyecto verde europeo. No tenemos representación propia en el europarlamento todavía, pero los 58 eurodiputados del grupo VERDES/ALE (46 contando sólo los ecologistas), son en cierta medida nuestros también. Si enlazamos con ellos, siguiendo su trabajo y haciéndoles llegar propuestas, estaremos aportando a Equo un activo diferenciador.

Otro de los valores añadidos puede ser la flexibilidad a la hora de participar. Tu puedes venir y participar hasta donde te quieras comprometer, sin que exista la obligatoriedad de afiliarse. Esa obligatoriedad es una de las barreras que los partidos ponen a los ciudadanos para la participación política, y no debería de ser así. Si participas en una ONG por ejemplo de cooperación internacional, y te interesa saber qué hacemos en el grupo de trabajo respectivo de Equo, te metes en la Equomunidad, te implicas hasta donde quieras, y quizá mañana te interese afiliarte.

La organización ha de ser “porosa”, la gente puede entrar y salir. El simpatizante de hoy es el afiliado de mañana, si ve que sus opiniones cuentan, que su voz se escucha como una más, opinando en función de las ideas de cada uno y por “por ser vos quien sois”. No tienes que trepar a ninguna estructura para que se oiga tu voz, eres uno más, una persona, un voto más, igual que los demás.

Para aprovechar los nichos y aumentar nuestros índices de conversión, necesitamos crear un entorno en el que la gente pueda sentirse parte del proyecto. Teníamos los grupos de trabajo a buen (mejorable) rendimiento en la redacción del programa, con un flujo continuo de gente apuntándose a la Equomunidad. Hoy en día la tenemos en reformas, a la mayor parte de los coordinadores dimitidos y sin recambio: una herramienta estupenda aún paralizada. Porque Equo puede ofrecer una plataforma para cambiar el mundo. Los grupos de trabajo pueden ser el germen de movimientos, de acciones concretas, de elementos de participación. La clave es ser útiles a una sociedad movilizada.

Cómo mejorar la estrategia de comunicación de EQUO

Xabier Iglesias es profesor y comunicador, biólogo y estudiante de Políticas, edita el blog “Ciencia y Origen” en la edición digital de El Correo, y autor del libro “Seguimos Informando“, que será editado gracias al crowdfunding.

Además, es candidato a la Comisión Federal de Equo. He escrito junto a él este texto sobre cómo mejorar nuestra estrategia de comunicación. Damos tres claves: convertirla en un trabajo colectivo, dar cabida a los nichos de interés que nos pueden acercar a gente comprometida con causas e interesada en Equo, y a dar salida a los posicionamientos de los Grupos de Trabajo. Además creemos que todas, empezando por él y yo, debemos trabajar en mejorar nuestra comunicación.

El texto completo puede leerse y comentarse en su blog: Cómo mejorar la estrategia de comunicación de EQUO.

Equo de aquí al 2014

Se han abierto los plazos para presentar candidaturas a la Comisión Federal de Equo (la nueva Gestora). Aunque puede que el Congreso posponga la votación, diferenciando los tiempos de discusión interna de la elección de quienes llevarán las riendas en los próximos años, es hora de ir pensando qué hacer.

Hago una valoración agridulce de mi paso por la Gestora. Repasando los emails enviados, tratan sobre todo de aumentar el número de gente implicada en la toma de decisiones, y de que haya más colaboración en la edición de notas y documentos y más protagonismo para los grupos de trabajo. Sin embargo una buena parte de estas propuestas se han dejado de lado, sea por falta de voluntad o de comprensión de las mismas. Cuando he tenido que quejarme de la actuación de la Gestora ante la Mesa Federal lo he hecho. Los dos últimos meses han sido más reconfortantes en cuanto al trabajo en equipo, ocupado principalmente en co-coordinar el grupo de Órganos Electos para el Congreso.

Defender nuevas ideas para su aplicación inmediata ha sido difícil, pues incluso en un partido que se reclama innovador hay todavía muchas inercias. Sin embargo, plantear Equo como un aprendizaje continuo con resultados más en el medio plazo que en el inmediato, como ya hacen varias asambleas territoriales, me devuelve la ilusión. Y me abre los ojos: hay mucha gente recién llegada que va reciclando su bagaje personal y adaptándolo a la ecología política con los valores originales de Equo, y tienen unos tiempos distintos de quienes venimos “lanzados” de experiencias previas. Hay que sincronizar el paso.

Mi visión de Equo de hace unos meses sigue vigente, así como los temas que surgieron durante la campaña.

En el contexto mundial, el necesario cambio de sistema requiere de varios aspectos: una ampliación de la democracia directa, para que las decisiones se tomen entre todos y no entre unos pocos; una mayor transparencia para no encontrarse con agujeros y sorpresas desagradables; y una mayor implicación y participación de la gente en todos los niveles, poniendo en valor la inteligencia de la comunidad. Si estos cambios son adecuados en general, entonces deberían de poder aplicarse a cualquier escala, por ejemplo a la nuestra, y ser practicados desde abajo.

Más participación y de mejor calidad

Los grupos de trabajo son una de las grandes ideas con las que empezamos, y el instrumento que nos permitió redactar el programa electoral de forma colaborativa. Ahora mismo están infrautilizados, por una causa principal: no tienen la pieza clave que necesitan para mantener una dinámica de trabajo: coordinadores. Varios han dimitido y hasta la fecha no se ha permitido que hubiera nuevos. Es hora de revitalizar una de nuestras herramientas más singulares.

Si queremos crecer como organización hay que facilitar la participación. El simpatizante de hoy es el afiliado de mañana, y por esa razón hay que eliminar las barreras. En nuestra estrategia de crecimiento tenemos que contemplar también los nichos de interés, los temas de menos alcance pero que llegan a gente más comprometida.

Podemos tener una organización de varios miles de activistas, organizados en asambleas, en grupos de trabajo, en redes transversales, en grupos locales. Aplicar el modelo de “que todo aquel que quiera participar, lo pueda hacer” requiere de un esfuerzo de ingeniería política, y de aprender por el camino: no se ha hecho antes.

Transparencia por defecto

Este texto de Ismael Peña-López analizando el Anteproyecto de Ley de Transparencia resume mi sentimiento al respecto:

En mi opinión, no caben comentarios [sobre el Anteproyecto de Ley de Transparencia] sino negar la mayor. El texto se basa en una asunción completamente extemporánea en una sociedad digital: el ciudadano pide y la Administración responde. O, dicho de otro modo, la Administración es reactiva y acaba publicando. Lo natural sería todo lo contrario: la Administración debería trabajar digitalmente, en abierto, de forma constante y en tiempo real y los datos ser accesibles por defecto y para todos los ciudadanos. Y solamente las excepciones — pocas y necesarias — requerirían una solicitud expresa y su pertinente resolución.

¿Vamos a proponer que exista una Administración Abierta? Pues empecemos practicándolo nosotros mismos.

La palabra antes conocida como horizontalidad

Sobre la horizontalidad hemos escrito y leído bastante, tanto que a veces nos centramos demasiado en la palabra en sí obviando el significado. Para variar un poco el enfoque, en esta ocasión propongo lo siguiente, algo que está relacionado con un nuevo modelo de partido: abandonemos el modelo “leninista” de organización. ¿Qué quiere esto decir?

Los movimientos sociales “tradicionales” siempre habían seguido este modelo, o alguna aproximación razonable. El viejo manual de Lenin: un grupo de gente muy motivada y especializada toma las riendas y lleva las protestas adelante. La protesta puede ser de masas, pero la organización es pequeña y profesional. Hay líderes representativos, pero hay un centro que da dirección y mantiene el movimiento vivo, a la vez que evita que el colectivo se meta a discutir cuestiones procedimentales hasta el fin de los días o pierda el tiempo debatiendo sobre la necesidad de biodanzas.

Este modelo, de una organización pequeña y profesional, es el que hay que superar. No dejar de ser profesionales, sino dejar de ser pequeños. Ser capaces de orquestar un movimiento de masas, pero organizado; con 10.000 personas, pero efectivo. El artículo del que lo extraigo, del blog Politikon, hace una crítica precisamente a los movimientos desorganizados.

Completar nuestro discurso político

Creo que Equo está bien asentado en dos ámbitos del discurso político: el que llamaré “tradicional ecologista”, defensivo, de oposición por ejemplo a las nucleares y a cualquier otra agresión al medio ambiente; y el “tradicional social”, el de apoyo a las reivindicaciones sociales más conocidas. Hay otros aspectos de nuestro discurso que tenemos que mejorar:

– El propositivo, pasando del “qué mundo no queremos” al “qué mundo queremos“, siendo capaces de plantear siempre alternativas. Con cada crítica, una propuesta.

– El “social holístico”, relacionando las luchas sociales con las ambientales, porque forman un todo. Aquí entra por ejemplo el explicar cómo se afronta una Huelga General desde el punto de vista de la ecología.

– El de “nichos”, dando cabida a una variedad de posicionamientos de poca relevancia mediática, pero de mucha relevancia particular para la gente que está interesada en ellos, y que valora que un partido político se posicione. Le hemos dado voz a lo que pedía la actualidad, ahora hay que darle voz también a lo que pide la gente.

Creo que nos falta abordar algunos temas para completar nuestro perfil. Entre los que soy más cercano por mi formación estarían el software libre o el acceso universal a Internet. También creo que la Comisión Federal no es el lugar para proponerlos, sino que han de salir del grupo de trabajo correspondiente. La Comisión Federal no ha de ser el aparato político, ya que debería de ser todo Equo, sino quienes se encarguen de poner la máquina a funcionar y mantenerla engrasada.

Y además, deberíamos de tener una app de la Equomunidad para el móvil.

El lunes se cierra el plazo para presentarse a la Comisión Federal. Probablemente mi nombre estará en la lista, pero mientras tanto me gustaría saber qué opinas tú de todo esto.

El ecosocialismo, sus partidos, el factor identitario, y su relación con Equo

Verdes y/o Izquierda Verde: partidos ecosocialistas en España

Para definirnos, ¿basta con “verdes”, o es mejor decir “verdes y de izquierdas”? Opiniones hay para todos los gustos en un debate aún abierto en el ecologismo español.

Hay diferentes prioridades. Hay quien se considera más “ecopacifista”, más “ecofeminista”, o más “ecosocialista”, en función del énfasis que cada uno haga sobre la no violencia, el feminismo, o la vertiente social. Hay quien se pone todas las etiquetas, y quien prefiere no ponerse ninguna, siempre dentro de la ecología política. En otras ocasiones, el término “izquierda verde” se opone al ecologismo, argumentando que en esta vida no todo es salvar ballenas. Desde la parte “verde, verde” a veces se critica lo rojiverde, diciendo que no triunfa porque no se diferencia lo suficiente de otras opciones.

No me gusta tomar partido en este debate. Cada cual que se etiquete como mejor le parezca, que ya llegaré yo por mis medios a la necesidad de la acción no violenta sin necesidad de llamarme pacifista, a los órganos de gobierno con al menos el 50% de mujeres sin decir que soy feminista, y a la necesaria vinculación entre la justicia social y la ambiental, sin necesidad de etiquetarme como socialista. Prefiero que me valores por lo que digo y hago, y no por cómo me etiqueto. Pero como etiquetarse puede facilitar la valoración, me parece bien que quien se quiera etiquetar para vincularse a unos valores, lo haga.

Al fin y al cabo hay una frontera clara: no somos productivistas. Por poner un ejemplo: No queremos mantener el carbón a cualquier precio, sino que queremos dar un nuevo trabajo a los mineros y cerrar las minas. Desde mi punto de vista, todos los que nos definimos como “eco-” estamos del mismo lado de esa frontera, y tendríamos cabida en una misma organización.

El ecosocialismo no es una corriente mayoritaria dentro del ecologismo europeo, pero sí que lo ha sido dentro de la ecología política en España. Hay varios partidos que se reivindican ecologistas de izquierdas y se autodefinen como ecosocialistas. Es el caso de ICV en Cataluña, de Iniciativa del Poble Valencià (IPV) en la Comunidad Valenciana, y de Iniciativa Verds (IV) en Mallorca. Tanto IPV como IV participan en el día a día de Equo, mientras que ICV apoya desde fuera. Otro partido de corte ecosocialista que ha tenido vinculación con Equo en forma de acuerdo electoral es “Alternativa Sí Se Puede“, en Canarias. En Galicia, entre los promotores de “Espazo Ecosocialista” hay gente que apostó al principio por Equo y luego salió hacia ese proyecto. En Murcia el partido “Ecosocialistas de la Región de Murcia” tiene una estrategia diferente y está integrado dentro de IU. También hay un conjunto de ecosocialistas integrados dentro de Izquierda Anticapitalista, como por ejemplo Jorge Riechmann.

El factor identitario

Un elemento común a destacar dentro de los partidos “verdes y de izquierdas” en el Estado Español es la presencia de un factor identitario. ICV se define como “catalanista”, IPV como “valencianista”, y Espazo Ecosocialista comenzó llamándose “Ecogaleguistas”. En términos de alianzas electorales, IPV apuesta por una integración dentro de Compromís, cuyo socio principal es el Bloc Nacionalista Valencià, e IV hace lo propio dentro de una coalición con el PSM-Entesa Nacionalista, y Entesa por Mallorca (un partido “mallorquinista”). En general, se definen como “soberanistas”.

Dentro del discurso de estos partidos es habitual encontrar llamadas a la creación de un frente amplio para hacer frente a la derecha, y referencias a la maltrecha situación (“con la que está cayendo”) como argumentos para reducir los debates internos y favorecer una política de alianzas contra el enemigo común.

La mayor parte de estos partidos comparten Espacio Plural, una plataforma donde también están formaciones no necesariamente verdes como la Chunta Aragonesista, el Partido Andalucista, o Nueva Canarias. Espacio Plural es una iniciativa de ICV para conformar un frente de izquierdas, federalista, y ecologista ante la crisis. Sus apariciones públicas tienen altibajos, y no pretende ser un proyecto en sí mismo sino un espacio de encuentro. Recientemente organizaron unas jornadas municipales, y la vez anterior que se activó coincidió con las fechas previas a la creación de Equo el 4-J.

El espacio de opinión política Paralelo 36 también forma parte de Espacio Plural, y defiende tesis del mismo estilo: ecologistas, de izquierdas, y en este caso andalucistas. Paralelo 36, sin ser un partido, da cabida a varias personas que defienden la creación de un espacio político que con estas bases defina “la nueva izquierda andaluza“, citando como referencias a varios partidos de Espacio Plural, además de a Syriza.

Estrategias con respecto a Equo

Dado su tamaño, implantación e historia, me parece razonable pensar que ICV querrá mantener una interlocución de tú a tú con Equo, similar a la que trató de tejer con Los Verdes en años anteriores. Una unión orgánica parece incluso difícil de plantear en el medio plazo, aunque sería lo deseable para el Partido Verde Europeo. ICV quiere que Equo respete su territorio, y se toma bastante mal la existencia de una asamblea de Equo en Cataluña. ICV tiene el objetivo confesado de encontrar un referente estatal para sus políticas, que a poder ser no interfiera en su territorio, y Equo podría serlo.

De cara a las próximas europeas parece que se mantiene la incógnita de si habrá de nuevo alianza IU-ICV. Si no la hay, imagino que querrán un proyecto lo suficientemente fuerte como para garantizar representación. En el año 99 ya lideraron la candidatura “Los Verdes – Las Izquierdas de los Pueblos“, que con parecidos componentes a los que tiene hoy Espacio Plural (ecologistas, de izquierdas, e identitario) se quedaron a las puertas del Europarlamento. Quizá hoy estén en condiciones de plantear algo parecido.

IPV apuesta por integrar un nuevo partido en el Pais Valencià, junto con Els Verds Esquerra Ecologista y Equo. El partido resultante por tanto no se disolvería en Equo, sino que buscaría también una interlocución uno a uno. Iría un paso más allá, puesto que sería el único referente de Equo dentro de la Comunidad Valenciana. Quienes proponen esto consideran que este mismo tipo de relación de igual a igual sería aplicable para otros territorios, si quisieran, dando lugar a un sistema de partidos independientes federados a Equo. La apuesta electoral de IPV es estratégica y se llama Compromís. Cabe pensar que quieran llevarla también a las europeas.

IV en Mallorca tiene una visión similar. Prefiere mantenerse como partido independiente antes que disolverse en Equo, y así lo proponen. “Establecer marcos de afilición y dirección bilaterales entre ambas organizaciones, y la no disolución de los partidos de ámbito autonómico dentro de Equo”. Su estrategia electoral pasa también por alianzas electorales como primera opción.

Tanto el nuevo espacio político andaluz en torno a Paralelo 36 como Espazo Ecosocialista en Galicia tienen estrategias en apariencia similares, yendo hacia un modelo de Iniciativa ecosocialista, andalucista o galleguista, y buscando alianzas al estilo Compromís. Estos días se presentaba la propuesta de “un nuevo espacio político andaluz“, con gente proveniente del Partido Andalucista, de IU, y de la corriente de Equo Andalucía denominada Andalucía Ecológica, que aspira a una vinculación a Equo estatal similar a la planteada desde Mallorca o Valencia.

A la asamblea constituyente de Espazo Ecosocialista acudieron miembros de Compromís, IV, e ICV. “Compromiso X Galiza” es el nombre que le dan a una iniciativa de cooperación plural de izquierdas, términos similares a los utilizados en otros territorios.

¿En qué afecta esto a Equo?

En Catalunya hay un debate latente. El acuerdo de colaboración entre Equo e ICV no trata la creación de asambleas allí. Equo Catalunya ha querido echar a andar igual que en otros territorios, y esto ha supuesto una molestia considerable para ICV. En Cataluña Equo no tiene “mesa territorial” sino “comisión de coordinación”, y se exploran vías de colaboración entre afiliados de ambas formaciones.

En el Pais Valencià, IPV no tiene intención de desparecer pese a ser un partido firmante del 4-J (salvo si se refunda en un nuevo partido). El próximo Congreso de Equo decidirá si acepta o no este tipo de relación. Ahora los afiliados de IPV pueden participar en las dinámicas cotidianas de Equo. Hay un número relevante de verdes en el País Valencià que no se han sumado o que han dejado el proyecto en los últimos meses esperando a que Equo se defina a este respecto, tanto en discurso como en organización.

IV en Baleares tampoco quiere disolverse, y aspira a ser la referencia de Equo en todas las Baleares, lo que provoca cierta incomodidad dentro de Equo Menorca. En Galicia el número de personas implicadas en Equo ha disminuido a raíz de la aparición de Espazo Ecosocialista. En Andalucía la propuesta de creación de un espacio sociopolítico ecoandalucista no ha provocado indiferencia.

El hecho de que existieran partidos independientes dentro de Equo tendría trascendencia, porque pondría en tela de juicio el modelo propuesto hasta ahora. Se pasaría de la dinámica de ser “un partido de personas” a ser “un partido de partidos”. Ya no serían los afiliados quienes discutieran los posicionamientos estatales, sino que serían los representantes de los partidos quienes llegasen a un acuerdo entre sí. Esto está relacionado estrechamente con el debate sobre democracia representativa: un Congreso de delegados encajaría mejor con un modelo de “partido de partidos”, mientras que un Congreso de afiliados encajaría mejor con un “partido de personas”.

Estos debates tienen también influencia sobre las elecciones europeas de 2014. Podría plantearse una papeleta “Equo + Espacio Plural”, a modo de actualización de la apuesta del 99, con los argumentos de la necesidad de generar un amplio frente común desde la izquierda a las políticas neoliberales. Esa posible lista sería de nuevo una “lista de partidos”, en la que los puestos se negociarían, y tendría difícil encaje con el modelo de primarias habitual en Equo. Por otra parte, y dados nuestros resultados electorales, estaríamos en mala posición para negociar puestos.

En general, este debate pone sobre la mesa varias cuestiones de calado: la relación entre partidos un partido que defiende una nueva forma de hacer política y partidos ya existentes dentro de un espacio ideológico similar; la lógica de querer mejorar resultados agrupando a cuantos más partidos mejor, incluso aquellos con los que no hay una vinculación aparente, frente a la lógica de la consolidación de un espacio propio relevante; y también las dinámicas de la negociación entre partidos como contraposición a la negociación entre personas.

Honestidad, Internet y Medio Ambiente en la política italiana: Beppe Grillo y el Movimiento 5 Estrellas

El Movimiento 5 Estrellas es una de las novedades políticas en Europa. Un movimiento ciudadano en Italia, organizado en torno a Internet y a la democracia directa, horizontal y opuesto a la contaminación y a las grandes obras, con la anticorrupción por bandera. Merece la pena echarle un vistazo y conocerlo mejor.

En su origen está Beppe Grillo: cómico, actor, bloguero, activista y genovés. Su temática como cómico fue derivando hacia la sátira política, luego se pasó al activismo, aprovechó su tirón mediático para criticar la corrupción italiana hasta el punto de ser temido por los políticos, y acabó promoviendo un movimiento que ahora se presenta a las elecciones. Su blog es el más leído en Italia y el epicentro de su actividad política.

Una de sus actividades más relevantes fue organizar el V-Day, un día dedicado a apoyar la iniciativa legislativa ciudadana “Parlamento Limpio“, que perseguía tres objetivos:

  • Que ningún ciudadano pueda ser candidato al Parlamento si está condenado por un tribunal.
  • Que ningún ciudadano pueda ser elegidos más de dos legislaturas, aplicando la regla con retroactividad (debiendo cambiar por tanto la mayor parte del Parlamento italiano).
  • Que los candidatos al Parlamento se voten por un sistema de preferencia directa (listas abiertas)

Logotipo de la campaña "Parlamento Pulito"

El V-Day, realizado en 2007, representa el hartazgo que la ciudadanía italiana tiene con respecto a su clase política. La V significa “Vaffanculo”, y era una forma de decirles a los apoltronados políticos italianos a donde podían irse. Fue la primera campaña en Italia sustentada en la tecnología, con Meetup, Youtube, Flickr, foros y blog como medios principales. El uso de Internet es imprescindible para superar el ostracismo de los medios de comunicación.

El Movimiento 5 Estrellas: un anti-partido por la honestidad y la democracia directa

Los orígenes se remotan a 2005, año en que a través de Meetup, una web para organizar reuniones presenciales, se van organizando grupos locales de Amigos de Beppe Grillo. Hasta 2007 se van lanzando las primeras ideas: quieren ser un movimiento horizontal, en contraposición a las dinámicas verticales de los partidos políticos, que consideran anacrónicos, acabados y autistas.

En 2007 llega el V-Day citado anteriormente, que sirve para consolidar el movimiento. Desde entonces y hasta 2009 el Movimiento 5 Estrellas prepara su participación electoral. Consiguen 23 concejales, los dos más relevantes en Bolonia. Hasta 2012 se viene presentando en el 10% de los Ayuntamientos con elecciones, aumentando sus éxitos con los 4 concejales y el 15% de voto en Génova. El nacimiento oficial del movimiento es en octubre de 2009, son un “anti-partido”:

El Movimiento no necesita estructuras, ni jefes, ni coordinadores provinciales, regionales o locales. Cada uno cuenta por sí mismo. El Movimiento está abierto a todos, pero a la lista sólo tendrán acceso aquellas personas sin antecedentes penales que no estén inscritas en ningún partido político.

 

La adhesión al Movimiento no prevee mayor formalidad que el registro normal en un sitio web. Está abierto a los ciudadanos italianos mayores de edad que no formen parte de partidos políticos. [..] La participación es individual y personal y dura hasta la cancelación del usuario en la web. [..] No están previstas cuotas de adhesión. Se podrán hacer aportaciones voluntarias para finanzar actos particulares.

Agua, Medio Ambiente, Transporte, Conectividad, Crecimiento: los valores del MoVimento.

El M5S, Movimento 5 Stelle, tiene una estrella por cada uno de los ejes de su programa: Agua, Medio Ambiente, Transporte, Conectividad, Crecimiento.

Dice la Wikipedia en italiano que en el Movimento 5 Estrellas confluyen ideas ecologistas y anti-partitocráticas. Que promueve la participación directa de los ciudadanos en la gestión pública mediante democracia digital. Que tienen como objetivo cambiar la sociedad, y no sólo la política.

Que están a favor del decrecimiento, apoyando la creación de empleo verde, rechazando proyectos contaminantes y costosos como incineradoras y grandes obras, buscando una mejor calidad de vida y mayor justicia social. Que proponen adoptar proyectos de ahorro energético, eliminación de residuos urbanos, movilidad sostenible, protección del territorio contra la construcción, promoción del teletrabajo y la informatización.

Es un movimiento enfocado en el nivel municipal, y la participación democrática de la ciudadanía es su motor: quieren aplicar en los Ayuntamientos italianos la democracia directa, los presupuestos participativos, la transparencia, métodos deliberativos que persigan el máximo consenso entre los participantes, y que en caso de voto la mayoría sea de 2/3.

Este es Beppe Grillo entrevistado por Euronews. Al final de los 7 minutos de entrevista envía un mensaje a los políticos italianos: antes de dejar el puesto tendrán que devolver el dinero que han robado.