Hice el trayecto Alicante – Málaga en coche, entre paneles que decían “Ola de frío”, y campos nevados en la sierra de Baza a dos grados y medio bajo cero. En Málaga me esperaban conocidos como Paco Soler, y otros a quienes vería por primera vez después de habernos tratado mucho por correo, como Irix Zafra, organizador y moderador de la charla.
¿Cómo habían llegado hasta Equo las 25 personas que estábamos en la sede de “Electores”, en Alhaurín de la Torre? Había una diversidad de gentes y de ideas: una tercera parte provenía de anteriores partidos verdes, o del propio Electores; varios veían a Equo como la vía de reacción necesaria a la situación actual, con un mensaje convincente y la oportunidad de hacer algo que valiese la pena; otros se definían como ciudadanos críticos a la espera de tener más información para definirse con respecto a Equo.
Una de las primeras cuestiones fue la falta de información sobre lo que la mesa de coordinación provincial trata. Ante esta situación, se planteó en la reunión el concepto de “mesa ampliada o extendida“, porque “quien quiera venir a las reuniones presenciales de la mesa puede hacerlo, y de hecho hay gente que ya lo hace“. ¿Y por qué no estar en la lista de correo de la mesa?, se preguntaba. “Pues… ¿y por qué no?“. Este mismo modelo de mesa ampliada está funcionando en otros Equos territoriales, y también funcionó en Los Verdes de Asturias antes de la era Equo. Es una estructura interesante para que todo aquel que quiera estar enterado del día a día, pueda hacerlo.
Otro debate fue el de presencia física vs. presencia virtual, con opiniones como las siguientes: “Queremos usar la Equomunidad en el móvil“, y también “Estoy todo el día en el campo, y en el tiempo libre no quiero usar el correo electrónico, prefiero delegar“. Gerardo Galán, miembro de la mesa provincial de Equo Málaga, hizo una intervención apasionada “Equo tiene que influir en la sociedad, ser parte de ella, tenemos que apoyar a las plataformas y movimientos ciudadanos y estar ahí con ellas físicamente, ¡yo en mi pueblo hago política!”
La gente tenía claro que quería un partido horizontal, pero, ¿bajo qué criterios hay que funcionar para serlo? Entre las ideas que fueron saliendo: poder participar con la mayor libertad; poder asistir desde casa; acceder a las ideas de los demás y dar las propias; que todo el mundo que quiera participar, pueda.
A partir de esta última idea, se pueden encajar las ideas que se propusieron sobre el trabajo político en los grupos, y plasmarlas en un resumen de los criterios generales de un grupo de trabajo:
- Que toda aquella persona que quiera participar, pueda.
- Eso no significa que todas las personas traten todos los temas, sino que cada uno participa en lo que prefiere, y en los otros temas se confía en el grupo (confianza de todos a todos)
- Gestionar la dinámica de un grupo es compleja, es necesario que exista una coordinación.
- Para mejorar los análisis y las decisiones, es necesario integrar en los grupos a expertos y especialistas.
- Habrá temas que puedan ser tocados por varios grupos. Es importante que exista una transversalidad entre ellos.
Otro tema lo mencionó Juan Manuel Mancebo, concejal en Alahurín de la Torre por Electores, y candidato también a formar parte de la Comisión Gestora . Seguramente sea de utilidad para todas las personas que ocupen un cargo de representación pública: ¿qué necesitaría de Equo un concejal?:
- Acceso a especialistas que le puedan asesorar en todas las temáticas.
- Una estructura que le ponga en contacto con la base para orientar su postura y votos en el pleno.
- Que existan órganos de decisión/coordinación para filtrar las decisiones, que no reciba sólo un listado de opiniones sino una opinión colectiva formada.
- Que pueda recibir un feedback también desde fuera de la organización.
- Poder devolver la confianza no ya al partido, sino directamente al elector
La gente de Equo Málaga está empezando a organizarse internamente, y vería interesante tener unos criterios básicos para hacerlo. Esta misma petición sobre criterios de organización surgió en todos los territorios que visité.
Tras la reunión, cañas y tapas. Al irme a dormir me di cuenta de que había calculado mal el trayecto Málaga – Sevilla, y que me quedaban 5 horas para dormir. Iba quedando claro que en este viaje dormir era cosa de cobardes…