En la entrada anterior citaba algunas posibilidades para un congreso de socias con todas las garantías: bolsa solidaria, participación online, o servicio de guardería. Amplío ahora estas cuestiones y recojo otras que habéis enviado en los comentarios y en Facebook. ¿Qué mecanismos hay que poner en marcha para que un congreso de socios funcione correctamente?
Que a todos nos cueste lo mismo acudir
El congreso se celebrará en Madrid. Si vivo allí el coste de acudir es mínimo porque duermo en mi casa y viajo en Metro. Si vivo en Canarias el coste es muy elevado porque incluye el billete de avión y dos noches de hotel. Si no modificamos esto, mucha gente de Madrid podría ir, pero poca de Canarias, y no habría una participación homogénea de gente de todos los territorios.
En la pasada Mesa Federal Equo habilitó un “fondo solidario”, para contribuir a los viajes. En el Congreso creo que deberíamos de ir más allá. Se sumarían los gastos de viaje y alojamiento de todas las personas, y se dividirían entre las que acudiéramos, y así nos costaría lo mismo viniésemos de donde viniésemos.
Participación y voto online
Para que toda la gente pueda seguir lo que ocurre en el Congreso se puede habilitar el streaming. Para poder intervenir en remoto se puede establecer una conexión skype conectada al audio de la sala. Es posible votar de forma remota.
Estas alternativas ya se han puesto en práctica en Equo: el encuentro de Equoncejales se emitió por streaming, Luis C. y Miguel B. comentaban en el artículo anterior que en la asamblea de Equo Asturias se hizo también y se permitió voto online, y en la última mesa federal hubo intervenciones y votos en remoto. De aquí al Congreso podríamos seguir ampliando nuestra experiencia con estos métodos y aumentando el número de gente que participa por este medio.
Asambleas descentralizadas
No todo el mundo tiene Internet en casa, y puede que no se maneje bien con las herramientas online. Podemos dar un paso más como el que apuntaban Toni R. y Federico G.: montar asambleas locales durante los días de congreso. Realizarían un seguimiento del mismo por streaming y en pantalla grande, y permitirían que la gente fuese allí, interviniese, votase, y que estos votos se transmitiesen inmediatamente al Congreso.
Delegaciones de voto
Habrá quien tenga que trabajar durante el fin de semana, o tenga un compromiso ineludible. Parece razonable implementar para estos casos delegaciones de voto, de forma que aunque yo no vaya, le pueda confiar mi voto a una compañera.
Tomás V. plantea la cuestión clave: ¿cuántos votos podría acumular una sola persona? Me inclino a que cada persona sólo pueda tener su voto más una delegación de otra persona. Probablemente puedas encontrar a alguien que tenga casi las mismas opiniones que tú a quien ceder tu voto, pero sea más difícil que tres o más votos agrupados representen fielmente la diversidad de opiniones durante todas las votaciones.
El Congreso es un proceso
Pongamos que en el Congreso podamos votar todas las personas afiliadas. Eso en realidad no resolvería nada si no hubiéramos podido participar en el proceso anterior de preparación de los documentos. Durante un sólo día se pueden hacer votaciones, pero es más difícil realizar debates de profundidad. Rafa M. comentaba en el anterior post lo siguiente: “Los documentos que vayan a la reunión de julio deberán discutirse intensivamente por los socios en las semanas anteriores, tanto en el marco de los grupos territoriales como en la red social. Y con posterioridad a la reunión, podría plantearse una fase de ratificación / votación de las conclusiones que salgan de la reunión.”
Ahí radica gran parte del éxito del Congreso: ser capaces de establecer un cauce de participación amplio, presencial y virtual. Que los documentos a debate lleguen a todas estén donde estén, y que se debatan, se comenten, modifiquen, y la gente los hagan suyos. Tanto en asambleas presenciales con la gente cercana físicamente como en la Equomunidad con toda la afiliación. Carlos R. cree que la nueva política pasa por buscar el consenso “con una dinámica de participación donde todas las personas puedan aportar al debate, ya sean estos chavales con gran manejo de las redes sociales, o “iaioflautas” que necesitan del contacto físico, pasando por los múltiples medios de participación que se dan en la sociedad.”
El día del Congreso: Guardería, alojamiento, y más.
Y luego, está el día en sí, que como dice Sergio A., es algo más que ir a votar. Es ir a aprovechar la cercanía, el contacto, para deliberar sobre los puntos aún no resueltos, para cambiar de opinión y cambiársela a los demás, para oir argumentos cara a cara.
Para que todo el mundo pueda acudir hay que pensar en algo más que en tecnología y dinero. El servicio de guardería, por ejemplo, debería de ser una constante en todas las reuniones de una organización como Equo. Además de eso Sergio propone todo un plan solidario y hospitalario de los Equos madrileños incluyendo alojamiento en casas particulares para quienes vienen de fuera, o llevar comida casera para sustituir al catering. Hacer, en suma, lo máximo posible para facilitar la participación.
¿Es suficiente así?
Se lo quiero preguntar especialmente a Arturo de Cádiz, que en este blog nos ha recordado las dificultades para participar de quienes no tienen correo electrónico. Y también a Manolo de Melilla, que comenta a su vez que el 40% de la población melillense no accede a Internet. Y por extensión a todas aquellas personas que puedan tener una situación similar: ¿Cómo lo véis? ¿Os parece que estas propuestas pueden ayudar a que la gente participe a título individual en igualdad de condiciones, vengan de donde vengan?